La falta de lluvias, en períodos clave en el ciclo productivo, malogró la campaña triguera; condicionó al girasol y la evolución de los maizales. Además, la persistencia del déficit hídrico genera un interrogante respecto de la implantación de soja. Como contrapartida, en el plano comercial se advierte una mejora en los precios que podría salvar, en parte, en el resultado final a nivel agregado, la merma de producción.
El Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe elaboró un informe especial respecto del ciclo agrícola 2020/ 2021, que resumen información del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe (SEA), del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP), de CIARA-CEC y de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. En él, se realiza una caracterización de la situación actual, tanto en materia productiva como comercial de los principales cultivos en la región y poniendo en contexto también la situación a nivel nacional.
Respecto del trigo, entre otros datos aportados, indica que durante la segunda mitad de julio finalizó la siembra del cereal con un total de 348.500 ha, un 7,8% menor a la campaña 2019/2020. El deterioro del cultivo, a causa de la sequía, se verá reflejado en una merma productiva respecto a la campaña pasada y respecto al potencial de la zona. En este sentido, se estima que en el centro-norte santafesino el rendimiento promedio se ubicará entre 13 y 14 quintales por hectárea menos que la última campaña, en la cual se lograron 34,3 qq/ha. Ello significaría una caída en la producción de 720.000 toneladas, aproximadamente.
En el caso del girasol, la ventana de siembra finalizó a comienzos de octubre en el centro-norte de la provincia, logrando 97.800 hectáreas, 10.700 menos que la intención al inicio de la campaña y un 9,9% inferior al ciclo 2019/20. Considerando el rendimiento promedio histórico de la zona, esta pérdida de área significaría una merma productiva de alrededor de 22.800 toneladas.
En los maíces de primera, la siembra se vio interrumpida por la falta de precipitaciones, impidiendo lograr las intenciones iniciales y culminando con un 10% de hectáreas sembradas menos que en la campaña 2019/20.
Además hacia la tercera semana de octubre se observaron impactos en el cultivo derivados de los altos registros térmicos en conjunto con falta de lluvias, reflejado en acartuchamiento de las hojas y retraso en el desarrollo y altura de plantas.
En soja de primera, durante las últimas semanas y con la ocurrencia de precipitaciones, el proceso de siembra de soja de primera comenzó, con intenciones iniciales de 950.000 ha, un 5,5% más que la campaña pasada. Este dato podría indicar que parte de las intenciones no concretadas en los otros cultivos, o los lotes de trigos más afectados por la sequía que se dieron de baja, se pasarían a este cultivo.
En cuanto a los precios, la posición mayo en soja tuvo un promedio en octubre de u$s/tn 271,0, muy superior al ango de entre 240,1 y 265,1 que se observó en los pasados cuatro años para el futuro a cosecha a esta altura del ño. La posición abril de maíz tuvo un promedio de 172,0 dólares por tonelada, mientras que este mismo romedio se había encontrado en un rango de entre 142,5 y 148,9 dólares los cuatro años anteriores. Los magros endimientos que se están observando en el comienzo de la cosecha triguera, sumado al alto volumen omprometido de manera anticipada del cereal, hacen prever que las cotizaciones de este grano no sentirán la resión de cosecha. En efecto, el promedio de octubre para la posición de diciembre se ubicó en los u$s/tn 211,4, ntre un 14% y un 27% por encima de lo observado años anteriores a esta altura del año.