Con una desgarradora carta una médica esperancina pide “quedate en casa”

Fabiana Pennachio es médica. Trabaja en el área Covid del Samco de Esperanza. Eligió escribir una carta para contar cómo es una jornada de trabajo, lo difícil que se les hace hasta tomar un vaso de agua o ir al baño y las penurias que pasan los pacientes, ante la escaséz de camas o falta de resultados de un tratamiento. 


Tras 19 meses de pandemia, en unas pocas líneas la profesional de la salud dio detalles que seguramente desconocen las personas que no pasaron por una terapia o un área de internación Covid, durante la pandemia. Algo que forma parte de la tarea diaria de médicos y enfermeros.

En diálogo con el programa Informados de Radio EME, la Dra. Penacchio explicó que el objetivo de esa carta es lograr hacer reflexionar, especialmente  a aquellos que no están dispuestos a sacrificar reuniones familiares y sociales para cuidarse.

Poco se puede agregar a sus palabras, por eso aquí compartimos el texto completo de la carta:

«Quiero contarles que estamos preocupados, porque la situación del Covid está cada vez más difícil por más que luchamos cada día.

Nos ponemos el equipo, las máscaras, y toda la fuerza para atender a todos.

Entre papeles, termómetros, oxímetros, hisopos, alcohol, historias clínicas, radiografías, sueros, oxígeno, evaluamos si vas a ser un paciente leve, si te vas a complicar con neumonía bilateral, y llega una ambulancia con un paciente que precisa internación.

Comenzamos la incertidumbre, a dónde podés quedarte, mientras miramos por la ventana y vemos colas de gente con ansiedad y miedo.

Algunos entran y se les nota la angustia, se desvanecen y corremos para que no se golpee. Te damos ánimo tratamos de contenerte, te medicamos para aliviar los síntomas.

Alguno del equipo tira una broma y seguimos con el que trajo un análisis o radiografía para control, con la foto de tu historia para cargarlo en el sistema, y así pasaron cuatro horas o más sin beber un vaso de agua, porque para eso tenemos que descambiarnos y no hay tiempo.

Ya no hay tiempo, a veces camas tampoco, a veces hay un solo médico con su enfermero para todos, y son muchos porque somos centro de derivación.

Por la derivación, a veces tenemos que decirles a nuestros colegas de un pueblo, »evalualo», no hay lugar, sabiendo que está haciendo todo lo posible para no tener que mandarlo, pero la neumonía se complicó.

Y escuchamos todavía algún incrédulo que minimiza la situación porque tuvo la suerte de que no sufrió una internación en terapia, no dejo un familiar sin poder verlo ni cuidarlo, no le tocó esperar por horas un parte médico durante semanas, y lo mejor aún, no perdió un ser querido sin poder despedirlo.

Esta segunda ola no respeta grandes ni chicos, se comporta como quiere, como un resfrío o gripe leve, o con neumonías con trombosis, con pacientes jóvenes que vuelven a sus casas con oxígeno para poder dejar la cama a otro que recién empezó.

En internación todo el equipo de salud los cuida, los medican, limpian. alimentan, y acercan lo que los familiares le llevan, y lo hacen de corazón.

Porque estamos dejando todo, hasta donde podemos, pero necesitamos de ustedes también. Que se cuiden, que sacrifiquen un fin de semana, una reunión, una peña, necesitamos tu ayuda, porque nuestras familias también nos necesitan sanos, de cuerpo y mente.

Nosotros también estamos cansados, y queremos volver a la normalidad. También queremos que sigan las clases, los negocios sin restricciones, los bares, los deportes, los viajes, etcétera.

No sos el único perjudicado, hay un planeta que está sufriendo. Por favor, si podés, quedate en casa».