Camelina sativa: características y manejo de una nueva alternativa invernal

También conocida como falso sésamo o falso lino, Camelina sativa es un cultivo rústico, de ciclo muy corto y eficiente en el uso de recursos, utilizándose como cobertura o servicio, con cosecha de granos que se destinan a la producción de aceite industrial y alimenticio.


En los últimos años en el país viene ganando terreno la producción de Camelina sativa, una especie de planta herbácea perteneciente a la familia Brassicaceae, que constituye una interesante alternativa invernal adaptándose muy bien a toda la región agrícola, desde el NOA hasta el norte patagónico.

También conocida como falso sésamo o falso lino, es una brassica que arroja muy buenos resultados en productividad y calidad de granos en la región agrícola central, especialmente en el sur bonaerense y norte de La Pampa.

Se trata de un cultivo “barato” con alta rusticidad y de ciclo de producción muy corto, tolerando muy bien el frío y eficientizando el uso de recursos, considerado de cobertura o servicio con cosecha de granos para producir aceite de uso industrial y alimenticio. Hoy se paga unos 600 dólares la tonelada.

La fecha de siembra óptima en la región agrícola central es entre mediados de mayo y fines de junio, permitiendo como antecesor siembras de soja prácticamente de primera y también maíz tardío.

Para conocer las características productivas y manejo de esta novedosa alternativa invernal, El ABC Rural dialogó con el ingeniero agrónomo Federico Varela, director de la firma Chacraservicios, única en Argentina dedicada a la producción, comercialización y exportación de Camelina sativa, aunque también lo hacen con otros productos alternativos.

Domesticada en Estados Unidos y desarrollada en Argentina

“Nuestra compañía comenzó a trabajar en la investigación y desarrollo de Camelina sativa en un convenio con la Universidad de Montana, Estados Unidos, domesticándose el cultivo para su desarrollo en nuestro país”, informó Varela.

“Trajimos muchas variedades para la producción de granos, que hoy se siembran en toda la región agrícola, desde Salta hasta La Pampa y el extremo sur bonaerense”, apuntó.

Sobre el área central, el director de Chacraservicios, precisó que “estamos produciendo desde el norte al sur de Entre Ríos, centro y sur de Santa Fe, norte y centro de Buenos Aires y sur de Córdoba”.

En esa línea de trabajo, remarcó que “contamos con una planta de procesamiento de semillas y acondicionamiento de granos de Camelina en la ciudad de Pergamino, y una de extracción de aceite en la ciudad de Pigüé, en el norte y sudoeste bonaerense respectivamente”.

Cultivo de cobertura o servicio con cosecha

Según destacó el entrevistado, es un cultivo que tolera muy bien el frío, siendo muy eficiente en el uso de agua y nutrientes, de ciclo de producción muy corto, entre 90 y 100 días, desde la siembra hasta la cosecha.

“Por la poca duración y el tiempo que ocupa, Camelina es un cultivo de cobertura o servicio con cosecha, sin incidir en el cultivo posterior, al contrario es muy beneficioso”, resumió.

En ese sentido, Varela, explicó que “al ser de ciclo más corto que un trigo o una cebada, e incluso unos 10 días menos que una arveja, como antecesor permite liberar el lote antes para sembrar cultivos de soja prácticamente con fechas de primera y maíz tardío, consumiendo incluso menos agua que y nutrientes que la arveja”.

En cuanto a la utilización de sus granos, informó que “tienen entre un 40 y 44% de aceite con alto contenido de Omega 3, que se destinan a la producción industrial de biocombustibles, combustible para aviones y alimentación humana, animal y de peces como salmones”.

Siembra, fertilización y plagas: muy “barato y sano”

Sobre la fecha óptima de siembra en la región agrícola central, el director de Chacraservicios dijo que es entre el 20 de mayo y el 25 de junio, para cosecharse durante fines de octubre a principios de noviembre.

“La siembra se realiza con cajón alfalfero, a una distancia entre hileras de 17, 19 ó 21 centímetros, y solo siete kilos de semilla por hectárea, y al ser una semilla muy chica, se entrega peleteada para darle mayor volumen, color y protección ante patógenos del suelo”, informó.

En cuanto a fertilización, el entrevistado indicó que lleva una base fosforada a la siembra, y otra de urea, que “puede aplicarse a la siembra o en la etapa de roseta, antes que comience a elongar la planta, siendo en general un cultivo muy “’barato’”.

Además de ser un cultivo de bajo costo, afirmó que también es muy sano, “ya que no tiene problemas de enfermedades ni de insectos, y una vez que se logró sembrar el cultivo, llega a la cosecha con el lote limpio, ya que su rápido crecimiento y desarrollo compite muy bien con las malezas”.

Cosecha con plataforma triguera y máquina muy bien regulada

La cosecha, señaló Varela, se realiza con plataforma de trigo, “hay que regular muy bien la máquina por el tema del viento, ya que al ser un grano tan liviano se vuela mucho por la cola”. Acerca del rendimiento, informó que “en lotes de producción de la región agrícola central, es de entre 1.000 y 1.600 kilos por hectárea, mientras que en el sur llega a los 1.800 kilos”.

El entrevistado, subrayó que “el cultivo se desarrolló muy bien el año pasado, a pesar de ser una campaña bastante esquiva en cuanto a humedad y presencia de heladas”.

Por eso, aseguró que “con mejores condiciones climatológicas se pueden lograr incluso mejores rendimientos, sobre todo en el sur de la región agrícola, ya que en ensayos se están logrando rindes por encima de los 2.500 kilos, y a eso es a lo que tenemos que apuntar en lotes de producción”.

-¿Cuánto se está pagando hoy al productor?

–El mismo precio valor soja pizarra del Mercado de Chicago, sin retenciones, que a principios de junio era de unos 600 dólares la tonelada.

 

Fuente: ABC Rural