Cómo transformar un problema en una solución: uso agronómico de compost en feedlot

Los residuos generados en la empresa Agropecuaria La Criolla son transformados en compost para ser aplicado en los lotes agrícolas del establecimiento. Un caso de una gestión ambiental sostenible que se paga con creces.

Agropecuaria La Criolla, que, además del corral de engorde, cuenta con unas 5000 hectáreas agrícolas, dispone de dos palas mecánicas, tres camiones volcadores y una batea dedicados a la extracción de purines de los corrales (residuos de origen orgánico).

Los bordes de los corrales, donde se concentran los residuos con mayor proporción de humedad, son removidos con una pala mecánica hacia un sistema decantador de sólidos que permite derivar los líquidos a lagunas impermeabilizadas. “Cada corral cuenta en la parte trasera con canales diseñados con piedra caliza compactada, de manera tal que ningún desecho líquido toma contacto con la napa freática”, explicó Eber Pires

Los purines se colocan en un sector de compostaje, los cuales son removidos por un equipo volteador de compost -accionado por un tractor– y luego emparejado por medio de una motoniveladora.

Según explicó Pires, se realiza un control regular de la temperatura de las diferentes filas de compost, por medio de un termómetro de 50 centímetros de largo, para hacer un seguimiento de las fases del proceso que garanticen un adecuada pasteurización e inhibición de las semillas de malezas.

Para la aplicación del compost, una vez madurado, emplean una estercolera que, si bien tiene una capacidad total de 30 de toneladas, nunca se carga con más de 22 toneladas para evitar compactar el suelo.

“Comenzamos a aplicar el compost en los lotes aledaños al feedlot, pero luego nos fuimos alejando hasta llegar a lotes que están a nueve kilómetros de distancia del corral. La meta es que todos los lotes agrícolas del establecimiento reciban el material”, comenta el productor.

Cada lote recibe entre 20 a 23 toneladas/ha de compost que por lo general se aplica luego de la cosecha gruesa. Si el clima lo permite, se intenta aplicar lo más cercano posible a la fecha de siembra de cultivos de invierno, para así aprovechar el nitrógeno disponible en el compuesto.