Identificaron 10 riesgos directos sobre la producción alimentos por la disminución de polinizadores

Un trabajo de expertos globales, que se inició en el 2016 y viene analizando las causas de la caída de polinizadores, ahora indica los riesgos de seguir perdiendo insectos.


Pese a que la demanda de los servicios de polinización se encuentra en alza, diferentes evidencias científicas indican que las poblaciones de polinizadores se encuentran en declive.

Recientemente, un estudio internacional, a partir de la consulta a veinte especialistas de diferentes lugares del mundo -de la que participaron científicos del CONICET (Marcelo Aizen, Leonardo Galetto y Lucas Garibaldi)- evaluó el peso y ordenó por importancia las causas y riesgos asociados con la disminución de polinizadores.

Menos polizadores

Los ocho factores identificados en el informe del IPBES (Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas) como causantes directos de la disminución de polinizadores, y cuya importancia fue evaluada por los expertos son:

  • cobertura y configuración de la tierra;
  • manejo de la tierra;
  • usos de pesticidas;
  • manejo de polinizadores;
  • cambio climático;
  • especies exóticas invasoras;
  • pestes y patógenos;
  • organismos genéticamente modificados.

“El principal factor de la pérdida de la biodiversidad de polinizadores en el mundo aparece asociado a los cambios en el uso del suelo. A su vez, la utilización de pesticidas es, justamente, el tercero en importancia, pero va de la mano con lo que se percibe que son los principales factores de pérdida de biodiversidad”, afirma Garibaldi.

Riesgos

Los diez principales riesgos directos de la disminución de polinizadores y de la polinización, de acuerdo con el informe de la IPBES, los primeros seis tienen impacto en la producción de alimentos:

  • Déficits en la polinización;
  • Inestabilidad en el rendimiento de los cultivos;
  • Mermas en la producción de miel y otros productos de colmena;
  • Disminución, en el largo plazo, de la capacidad del sistema de producción de comida para recuperarse de situaciones adversas;
  • Reducción en la disponibilidad de frutos silvestres.
  • Merma en los polinizadores manejados;

Estos últimos cuatro riesgos hacen a la diversidad biocultural, lo que cual “está relacionada con las culturas tradicionales en interacción con los distintos grupos de organismos en el paisaje”, cita Galetto.

  • Declive en la diversidad de polinizadores silvestres;
  • Pérdida de diversidad de plantas silvestres
  • Pérdida del valor estético, felicidad o bienestar asociados con polinizadores silvestres o plantas silvestres
  • Pérdida de formas de vida o prácticas culturales tradicionales en las que los polinizadores juegan un papel integral.

Según los científicos, hay diferentes medidas que permitan contrarrestar el impacto negativo y, entre las primeras se encuentran aumentar el conocimiento.

“Es clave pensar cómo se puede reglamentar para incrementar la heterogeneidad en el uso de la tierra. También se podría, por ejemplo, dejar de hacer aplicaciones a los bordes de alambrados y permitir que esa vegetación crezca, lo que ya les garantiza a los polinizadores un mini corredor biológico”, indica Galetto.