El ejército israelí prometió el sábado una pesquisa exhaustiva y veraz sobre la muerte de palestinos que hacían fila para recibir ayuda en Gaza esta semana, un incidente que suscitó condenas y peticiones de una investigación internacional.
Las autoridades sanitarias de Gaza dijeron que 118 personas murieron en el incidente del jueves, atribuyendo las muertes al fuego israelí y calificándolo de masacre.
Israel rebatió las cifras y afirmó que la mayoría de las víctimas fueron pisoteadas o atropelladas cuando la multitud se arremolinaba en torno a los camiones de ayuda. Un funcionario israelí dijo también que los soldados, “en una respuesta limitada”, habían disparado después contra multitudes que consideraban que habían supuesto una amenaza.
“Estamos investigando este incidente, tenemos toda la documentación que necesitamos para llevar a cabo una investigación exhaustiva y veraz sobre los hechos de este incidente y presentaremos nuestras conclusiones”, dijo a la prensa en Tel Aviv el portavoz, contralmirante Daniel Hagari.
“Se trataba de una operación humanitaria que estábamos llevando a cabo y la afirmación de que atacamos deliberadamente el convoy y perjudicamos deliberadamente a las personas carece de todo fundamento”, dijo Hagari, que añadió que era la cuarta operación de este tipo en la zona.
Aunque los relatos de lo sucedido difieren mucho, el incidente puso de relieve el colapso de las entregas ordenadas de ayuda en las zonas de Gaza ocupadas por las fuerzas israelíes, sin administración y con la principal agencia de la ONU, UNRWA, paralizada por una investigación sobre presuntos vínculos con Hamás.
Ante la catástrofe humanitaria que se está produciendo en Gaza, muchos países instaron a un alto el fuego, pero el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que el incidente del jueves complicará las conversaciones en las que se busca un acuerdo que incluya una tregua y la liberación de los rehenes.