El papa León XIV protagonizó este domingo su primera bendición dominical desde la logia central de la basílica de San Pedro y centró su mensaje en un fuerte llamado a la paz mundial. Frente a miles de peregrinos reunidos en la Plaza del Vaticano, pidió una salida justa y duradera al conflicto en Ucrania, un cese inmediato de los combates en Gaza, la liberación de todos los rehenes y la llegada urgente de ayuda humanitaria.
“¡Nunca más la guerra!”, exclamó con firmeza el nuevo pontífice, mientras las campanas de la basílica sonaban y la multitud lo ovacionaba con banderas, aplausos y cánticos de esperanza.
León XIV hizo una referencia directa a la dramática actualidad global, al recordar el 80° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. En ese contexto, retomó una frase de su antecesor, Francisco, al describir la situación internacional como una “tercera guerra mundial en pedazos”, en clara alusión a los múltiples conflictos activos en distintos puntos del planeta.
El papa también se mostró cercano y emotivo al dedicar unas palabras al Día de la Madre, que se celebra este domingo en numerosos países. “Deseo un feliz día a todas las madres, incluyendo a aquellas en el cielo”, expresó con la voz quebrada.
Antes del mensaje público, León XIV celebró una misa privada en las grutas vaticanas, junto al jefe de su orden agustiniana, el reverendo Alejandro Moral Antón, y rezó cerca de la tumba de San Pedro. Además, el sábado rindió homenaje al papa Francisco al visitar su tumba en la basílica de Santa María la Mayor, gesto que simbolizó la continuidad espiritual y pastoral entre ambos papados.
Con un mensaje claro, directo y humanista, León XIV marcó el tono de su pontificado, enfocado en el diálogo, la compasión y el fin de la violencia.
