El Vaticano volvió a convertirse este miércoles en el centro de atención global. Tras dos jornadas de deliberaciones intensas, el Cónclave de cardenales alcanzó un acuerdo y eligió al nuevo líder de la Iglesia Católica. La fumata blanca, señal inequívoca de que hay un nuevo Papa, emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina a las 19:03 hora local, desatando aplausos, emoción y rezos entre los miles de fieles congregados en la Plaza San Pedro.
Este acontecimiento marca el inicio del cierre de un proceso histórico, que se activó tras la muerte del Papa Francisco. Los 133 cardenales electores debieron alcanzar una mayoría de dos tercios para consagrar al nuevo Sumo Pontífice, algo que finalmente sucedió en la cuarta votación.
Ahora comienza la fase ceremonial que culminará con la aparición del nuevo Papa en el balcón central de la basílica vaticana. Allí, el cardenal protodiácono pronunciará el clásico “Habemus Papam” y dará a conocer el nombre del elegido y el nuevo nombre que adoptará como guía espiritual de más de mil millones de católicos en el mundo.
Mientras tanto, crecen las expectativas por saber si se tratará de un pontífice de perfil reformista, conservador o de continuidad con la línea que trazó Francisco durante su década al frente de la Iglesia. El mundo aguarda, expectante, la primera bendición del nuevo Papa.