La provincia de Santa Fe difundió su último informe epidemiológico sobre coqueluche (tos convulsa), confirmando la muerte de un bebé de un mes domiciliado en Villa Gobernador Gálvez.
El pequeño presentaba un cuadro grave al que se sumó esta enfermedad respiratoria altamente contagiosa. No había recibido vacunas porque aún no estaba dentro del rango etario correspondiente, y la madre no contaba con la dosis recomendada durante el embarazo, medida clave para proteger a los recién nacidos.
Entre las semanas epidemiológicas 1 y 45 de 2025 –hasta el 8 de noviembre– se notificaron 207 casos sospechosos de tos convulsa en Santa Fe. De ese total, 30 fueron confirmados y 8 se clasificaron como probables, sumando 38 casos con evidencia diagnóstica.
El departamento Rosario concentra la mayor cantidad de contagios: 24 de los 30 casos confirmados. Los restantes se distribuyen en La Capital (4), General López (1) y Caseros (1).
Bebés, el grupo más vulnerable
Los menores de un año constituyen el grupo etario más afectado, con 16 casos confirmados, todos postneonatales (29 a 365 días). El segundo grupo con mayor incidencia es el de 10 a 14 años, con 6 casos.
El Ministerio de Salud recordó que la tos convulsa evoluciona en tres fases y puede derivar en complicaciones graves como neumonía, convulsiones o daño neurológico, especialmente en bebés menores de seis meses.
Una enfermedad prevenible
La tos convulsa es inmunoprevenible mediante vacunas que contienen el componente pertussis, incluidas en la séxtuple, pentavalente, triple bacteriana celular y triple bacteriana acelular. La transmisión ocurre a través de gotitas de tos o estornudos, por lo que la vacunación de embarazadas y convivientes es fundamental para proteger a los más pequeños.
El informe también recuerda que se trata de una enfermedad de notificación obligatoria, por lo que cada caso sospechoso debe registrarse mediante la ficha epidemiológica correspondiente.





