Romang FC firmó una temporada inolvidable, de esas que quedan grabadas para siempre en la memoria del fútbol del norte santafesino. El romanero se consagró tricampeón tras quedarse con el Torneo Petit en su cancha ante Atlético y Tiro de Reconquista, completando así la triple corona de la Liga Reconquistense de Fútbol. Lo hizo a su manera: con carácter, sufrimiento, un gol agónico y una definición por penales perfecta.
Después de caer 2-1 en el partido de ida, el conjunto dirigido por Lucas Batistuta —hijo del mítico Gabriel Omar— salió a jugar la revancha con la obligación de ganar. Y lo consiguió en el límite: cuando el tiempo se extinguía, a los 48 minutos del complemento, un tiro libre desde casi la mitad de la cancha encontró la cabeza salvadora de Ezequiel Zabala, que anticipó a todos en el punto penal y decretó el 1-0 para igualar la serie 2-2 en el global. El festejo fue una mezcla de desahogo, convicción y esperanza.
En la hora de la verdad, desde los doce pasos, Romang no falló. Se hizo gigante. Ejecutó cinco penales con la precisión de un campeón: Mauricio Rufanacht, Tiago Villanueva, Esequiel Zabala, Esteban Silva y Claudio Alonso —el encargado de cerrar la historia, cruzando su remate al palo izquierdo— sellaron el 5-4 definitivo ante un estadio que explotó de emoción.
Con esta consagración, Romang FC completó una campaña perfecta, ganando los tres títulos de la temporada y anulando cualquier chance de disputa por el campeonato absoluto. Fue un año de crecimiento, identidad y determinación, que ahora invita a soñar en grande para 2026, con el peso hermoso de defender absolutamente todo lo que consiguió. Un equipo inolvidable, una hinchada agradecida y una ciudad que ya empezó a escribir su propia leyenda.





