El taller ubicado a la veda del rulo que enlaza la ruta nacional 168 con la ruta provincial 1 fue blanco de delincuentes que se llevaron objetos de valor para luego revender.
Juliana Frías, directora del taller dijo estar «abrumada, nos han entrado en tantas oportunidades que a veces uno se cansa de hacer denuncias y pedir que se arregle el edificio para que esté más seguro. Ahora van a tener que pensar en eso».
«Rompieron rejas y se llevan lo que se puede vender. No nos rompieron las cerámicas por suerte», dijo aliviada la directora de la institución.

«Violentaron las aberturas y rejas para llevarse computadoras y ventiladores. No tenemos buena luz, está oscuro. La policía pega la vuelta pero cuando se van ya entran», sostuvo.
Finalmente, Frías destacó que «dependemos de la Secretaría de Educación y de la Secretaría de Cultura, en los últimos 11 años hemos crecido un montón y tenemos 58 años de trayectoria».





