La relación entre Estados Unidos y Venezuela ingresó en un nuevo punto crítico. Este sábado, el presidente Donald Trump aseguró que el espacio aéreo venezolano “debe considerarse cerrado en su totalidad”, en medio de un creciente despliegue militar norteamericano en el Caribe que incrementa las tensiones geopolíticas en la región.
El mensaje fue difundido a través de la red Truth, donde el mandatario dirigió una advertencia directa a aerolíneas, pilotos y organizaciones criminales. La declaración llega en un escenario marcado por maniobras militares de gran escala encabezadas por el USS Gerald R. Ford, el portaaviones más grande del mundo, acompañado por una flota naval y aérea de más de 12.000 efectivos.
Un diálogo tenso y sin opciones de negociación
En los últimos días, Trump mantuvo una comunicación telefónica con Nicolás Maduro para reiterar que Estados Unidos profundizaría sus acciones si el mandatario venezolano no abandona Caracas en el corto plazo. El secretario de Estado y consejero de Seguridad Nacional, Marco Rubio, también participó de la llamada, un gesto que en Washington interpretan como el cierre definitivo de cualquier vía de negociación.

Según fuentes diplomáticas, Trump no ofreció mesas de diálogo ni rutas de transición. Por el contrario, reafirmó su decisión de combatir a los carteles de narcotráfico que, sostiene, operan bajo la protección del Palacio de Miraflores. Minutos después de esa conversación, el Departamento de Estado confirmó la designación del denominado Cartel de los Soles como Organización Terrorista Extranjera (FTO), una medida que habilita sanciones económicas, judiciales y operativas más severas.
Rubio volvió a insistir en que ese grupo “es responsable de violencia terrorista en todo el hemisferio”, mientras que Estados Unidos considera al propio Maduro como líder de la estructura criminal. El gobierno venezolano niega todas las acusaciones y afirma que no existen pruebas públicas que las respalden.
Despliegue militar y operaciones en el mar
La presencia estadounidense en el Caribe vive su mayor intensidad desde septiembre. En ese período, las fuerzas norteamericanas hundieron 21 embarcaciones sospechosas y reportaron más de 80 muertes en operaciones contra organizaciones de narcotráfico. Con el cierre del espacio aéreo como nuevo elemento de presión, la estrategia de Washington se endurece aún más.
La respuesta de Venezuela: “agresión extravagante”
Horas después de las declaraciones de Trump, el gobierno de Venezuela emitió un comunicado en el que calificó la medida como una “agresión extravagante” y acusó a Estados Unidos de intentar imponer su jurisdicción de manera extraterritorial.
El texto, difundido por la cancillería, advierte que la postura de Washington constituye “una amenaza contra la soberanía y la seguridad” del país y de toda la región caribeña. Además, pidió a la comunidad internacional, la ONU y otros organismos multilaterales rechazar la decisión.
En un clima de máxima tensión y con un operativo militar sin precedentes desplegado en el Caribe, la relación entre ambos países vuelve a ubicarse en un punto de fricción que podría escalar aún más en las próximas semanas.





