Nelson Castro vivió este sábado un nuevo episodio de profunda conexión con la música clásica al dirigir a la Orquesta Sinfónica Juvenil Alberto Ginastera en la ciudad de Chascomús. El conductor de Vamos Rivadavia regresó a la batuta —como lo había hecho meses atrás en Rosario— para compartir escenario con una generación de talentos que lo recibió con respeto y entusiasmo.
Durante el encuentro, Castro mostró una vez más su pasión por la dirección orquestal, guiando a los jóvenes músicos con serenidad, precisión y una energía que contagió a todos los presentes. El momento, cargado de emoción, dejó ver su costado más humano y artístico, lejos de los estudios de televisión y los debates políticos.
La jornada concluyó en medio de cálidos aplausos y una fuerte valoración por el vínculo que el periodista mantiene con la música, disciplina que define como un espacio de inspiración, sensibilidad y encuentro. Una presentación que volvió a demostrar que el arte tiene el poder de unir generaciones y provocar instantes memorables.
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