Unión (S) eliminó a Atlético Rafaela

Con un doblete del rafaelino Joaquín Molina, uno en cada tiempo, Unión de Sunchales aprovechó las falencias defensivas de la Crema para ganarle 2 a 0 en barrio Alberdi en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Santa Fe y eliminarlo de certamen como hace 2 años, donde los de Tosetto luego se quedaron con el torneo. Los de Bottaniz esta vez no fueron contundentes y pagaron caro sus errores en el fondo.

Fue un Deja Vú para Unión de Sunchales, que volvió a ser el verdugo de Atlético en la Copa Santa Fe. Sucedió en 2016 y volvió a pasar en este 2018. Parece ser que el Bicho verde es un karma para la Crema, ya sea en Liga o en Copa, porque en los últimos tiempos el que viene dominando las estadísticas es el elenco sunchalense, que está una categoría más abajo y que se ha acostumbrado a ganarle a Atlético, y en especial en el Monumental, y con un Chino Tosetto que tiene la fórmula para ganarle siempre a los rafaelinos.

Y la historia de anoche no fue la excepción, sino que fue muy similar a la de hace 2 años. Con un equipo local protagonista y haciendo valer la localía en los primeros minutos del partido pero sin tener la contundencia que supo mostrar, por ejemplo, entre semana en Junín en la goleada ante Defensores por Copa Argentina. Los primeros 15’ fueron todos del dueño de casa y lo mejor que mostró el equipo de Bottaniz en el partido, ya que tuvo la pelota y las mejores chances, aunque siempre se encontró con un solvente Gonzalo González, quien se lució ante Copetti y Quiroga luego de aquel cabezazo en el palo de Casa en una de las primeras llegadas del local. Con el correr de los minutos, el Bicho verde fue saliendo del asedio y a emparejar el trámite en el mediocampo pero sin pisar el área de Macagno. El juego se acható y Atlético ya no fue el mismo.

Empezó a carecer de juego colectivo y a buscar más por arriba que por abajo. Hasta que cerca del final del primer tiempo, un error insólito de la última línea de Atlético le permitió a la visita ponerme en ganancia casi sin proponérselo y cuando no había generado nada en ataque. Una jugada de carambola terminó en el primer gol del Loco Molina, que aprovechó el rebote en un despeje de Masuero que dio en Suso para dejar en el camino a Macagno y definir con todo el arco a su merced mientras los defensores albicelestes pedían un off side inexistente.

Ya en el complemento, Atlético fue más de lo mismo y se fue diluyendo, dejando nuevamente una pobre imagen ante su gente. El equipo seguí sufriendo la falta de un armador o un generador de juego. Y por eso no encontraba la fórmula para inquietar a González y a una defensa unionista que se hacía cada vez más sólida e infranqueable. Tozudo, continuaba buscando con pelotazos al grandote Quiroga, que pese a estar bien marcado se las ingeniaba como podía para generar algo de peligro.

De a poco Lito empezó a mover el banco en busca de soluciones y algo de peso ofensivo, pero nada de eso ocurrió. Adentro Quiróz por Navaz para tratar de armar juego asociado, aunque fue mínima la mejoría. La más clara que tuvo Atlético en ese lapso estuvo en los pies de Casa, que remató y volvió a exigir al bueno de González. Luego ingresaron Meza y Gaggi por Copetti y Casa, pasando Albertengo a jugar de delantero junto con Quiroga cuando se venía moviendo como volante por izquierda, un puesto que no lo favorece para nada. Y de contra, Unión lo liquidó en su segunda llegada al arco rival. Fue a través de un pelotazo largo para el retornado Molina, que le ganó con guapeza y potencia a Suso y Masuero para definir entre las piernas de Macagno, de floja respuesta.

Ya no había tiempo para nada. Porque el local nunca reaccionó. Sólo tuvo aquel cabezazo de Quiroga que volvió a salvar otra vez de manera brillante González, redondeando un segundo tiempo sombrío y muy malo ante un Bicho verde que pudo haber convertido algún gol más y que, una vez más, volvió a dar el golpe en el Monumental, como hace 2 temporadas. Pensando en lo que se viene, Copa Argentina y B Nacional, Atlético volvió a dejar más dudas que certezas, sobre todo a la hora de defender y generar, y el funcionamiento del equipo continúa siendo una incertidumbre.