Chabás fue sede de un estudio piloto para una producción agroecológica

En dos intensas jornadas se desarrollaron metodologías y propuestas enmarcadas en un paradigma definido como “escudo verde”.

El primer estudio piloto a nivel nacional para concretar un ordenamiento territorial y la implementación en el área periurbana de un desarrollo de producción agroecológica, incorporando metodologías e ideas enmarcadas en un paradigma definido como “escudo verde” se concretó el lunes y martes pasado en la localidad de Chabás.

Participó del estudio un equipo de investigadores pertenecientes al Grupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente (Gepama) de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (Fadu) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) bajo la dirección del reconocido especialista en la materia, el ingeniero agrónomo y doctor en agroecología Walter Pengue.

Acompañaron al investigador, la geógrafa Andrea F. Rodríguez, la bióloga y magister en ciencias ambientales Mariana Silva y el licenciado en ciencias del ambiente Cristian De Haro.

Pengue conoció Chabás cuando participó de las jornadas de agro ecología desarrollas en la Feria y Seminario de Producciones Alternativas (Fespal), lo que abrió las puertas para concretar este estudio exploratorio, íntegramente financiado por el rectorado de la UBA.

El lunes pasado los investigadores se reunieron con el jefe comunal de Chabás, Lucas Lesgart, y su equipo de trabajo, tomando datos sobre la localidad referente a instituciones, empresas, industrias, ordenamiento territorial, normativa y políticas.

Por la tarde —desde las 14 y hasta las 22— se desarrollaron reuniones en el edificio comunal con distintos actores sociales de la localidad, vecinos de zonas, ingenieros agrónomos y representantes de empresas, docentes de todos los niveles educativos, productores rurales periurbanos y linderos a la franja de exclusión.

En cada reunión Pengue expuso el Proyecto Escudo Verde Agroecológico y dialogó con los chabasenses según sus distintas realidades sociales, siempre con el fin de recopilar información para concretar el primer paso del estudio piloto que si bien tuvo como epicentro a Chabás, posee la finalidad de ser aplicado a todo municipio o comuna donde las condiciones lo permitan.

Recorrida por la zona

El martes los investigadores, acompañados por el jefe comunal, recorrieron la zona periurbana de Chabás, visitaron empresas, el parque ecoagropecuario comunal, el basural y otros puntos de interés. También se reunieron con funcionarios provinciales. El miércoles al retirarse el equipo de trabajo se dijo que este fue el primer contacto y toma de datos, pero que habrá otros.

Lesgart expresó que “fue un orgullo tener en Chabás a profesionales del nivel de Pengue y su equipo, a nivel científico como humano. Un orgullo porque el haber sido seleccionados para realizar este estudio significa que vamos bien encaminados con las medidas que tomamos y con el trabajo constante que estamos llevando adelante para fomentar la agroecología, tratando de alejar las fumigaciones del pueblo, pero siempre en diálogo con los productores, para que quede claro que esto no es un enfrentamiento ni estar en contra de nadie, sino intentando mejorar la situación de todos”.

Asimismo agregó: “Estamos convencidos de que la agroecología es el camino para enfrentar los problemas ambientales, de salud y de producción que estamos teniendo en zonas como la nuestra. La presencia del Gepama y esta investigación es también una gran oportunidad para nosotros, en realidad lo es para todos los municipios y comunas que estén interesados, porque como explicó Pengue, el proyecto no está pensado para Chabás sino que se estudia su posible aplicación aquí pero con la intención de replicar la experiencia en localidades con características semejantes”.

Lesgart dijo que es prioridad de gestión velar por el cuidado de la salud de la población y el ambiente. Ese criterio tuvo como fuente de inspiración el diagnóstico del campamento sanitario de 2014 y cuyos resultados finales se conocieron en 2017 tras puntilloso análisis. Ese trabajo de un equipo de docentes y alumnos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario reveló, entre otros datos, que “los tumores son la principal causa de muerte en Chabás en los últimos 15 años”.

El jefe comunal además confirmó que está previsto para el mes que viene la puesta en marcha en la localidad un relevamiento ambiental tendiente a analizar el estado y calidad del suelo así como del aire y el agua, lo que también contribuirá a fortalecer las políticas públicas de salud en esta comunidad.

“Escudo verde”

El denominado “escudo verde” es un plan de restauración y recuperación ambiental de la periferia de las ciudades que persigue fundamentalmente proteger a los habitantes de los daños de la actividad producida por la agricultura industrial, recuperar el valor ecológico y social de este espacio periférico a través de la creación de un continuo natural alrededor de la ciudad articulado por diversos enclaves de alto valor ecológico, productivo y paisajístico y en lugar de prohibir, brindar una oportunidad real de funcionamiento e ingreso económico sostenible al productor que se encuentra en la periferia urbana o quienes son alcanzados por esta expansión.

El Gepama distingue al “escudo verde” del llamado “cinturón verde”, el cual consiste en una serie de huertas que rodean a las grandes ciudades, cumpliendo la función de abastecer la alimentación de la población, pero que pueden ser familiares o empresariales, y en muchos casos son artífices de un gran aporte de agrotóxicos al medio.

Entre las ventajas del “escudo verde” se encuentran disminuir el riesgo socioambiental inmediato producido por la agricultura industrial colindante con las viviendas de los vecinos; promover modelos de recuperación ambiental, parches de paisajes naturales, cinturones verdes y canales de conectividad, que mejoran las condiciones de vida; estimular la agricultura familiar de base agroecológica; controlar el crecimiento indiscriminado de la “mancha urbana”, incluir a la población rural y periurbana en el sistema de producción orgánica, bajar la cantidad de agroquímicos que se asperja en las zonas periurbanas, ofrecer una alternativa a los productores rurales, hoy limitados por la generación de legislación que les prohíbe fumigar en el entorno urbano y crear mercados locales y redes de comercio justo.

Fuente: La Capital