Los perros que trabajan contra el cáncer infantil en un Hospital de Niños

Cuando una familia recibe la comunicación de que alguno de sus miembros es diagnosticado con cáncer, todo cambia en ese grupo familiar. Cuando el afectado es un niño, el impacto es aún mayor: un golpe bajo de la vida.

El año pasado, la organización global que reúne en el mundo a 43.000 clubes de Leones -Lions International- decidió promover campañas de ayuda a la problemática del Cáncer infantil.

En nuestra región, los clubes locales decidieron hacerlo a través del T.A.C.A -Terapia Asistida Con Animales- con pacientes del Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata y del Hospital Pedro de Elizalde de Buenos Aires. En todos los casos se comprobó lo que preliminarmente era una sana expectativa: la presencia de los perros de asistencia, en contacto con los niños y sus familias, no solo puso una cuota de bienestar y distracción, sino que efectivamente contribuyó a un mejoramiento de estado de ánimo y al incremento de las defensas, con beneficios concretos al niño paciente y también a todo su grupo familiar. Y para la tarea, se contó con el aporte de los animales entrenados en la Escuela de Perros Guía Argentina.

Ahora, ante el éxito obtenido, los clubes de Leones van por más. Y con el objetivo de comprar insumos y equipamiento directamente relacionados con el programa de Cáncer Infantil y TACA en el Ludovica y el Elizalde, este domingo a partir de las 13 realizarán en el microestadio del Club Argentino de Quilmes -ubicado en Alsina y Ceballos, Quilmes- un Festival Artístico musical, cuyos fondos se utilizarán para mejorar la calidad de vida de los niños que padecen esta enfermedad. Quienes quieran colaborar, podrán hacerlo comprando entradas en la casa Sor María Ludovica, donde funciona la fundación, en calle 14 entre 64 y 65.

LOS ÉXITOS DEL TACA

Los médicos reconocen que el optimismo es necesario en cualquier terapia, ya que las endorfinas que se generan resultan positivas para el estado del paciente. No curan, pero sí generan mejores condiciones para que los tratamientos resulten efectivos y reduzcan la probabilidad de complicaciones por las bajas defensas. Sin embargo, generar las condiciones para el incremento de endorfinas es muy difícil en un grupo abrumado por la carga de la enfermedad. Y la presencia del perro de asistencia, con su carácter apacible y su mirada entrañable, logran los efectos deseados.

En el Hospital de Niños de La Plata, esta terapia se aplica en niños que atraviesan la etapa de tratamiento y remisión. “Nuestra participación -señalan quienes desarrollan el método- es precisamente en esta etapa, fortaleciendo las defensas del niño y su integración social, aportando acompañamiento, alegría y la posibilidad de esa interacción mágica, única, entre el niño y el perro de asistencia, que logra que un chico pueda sobrellevar la quimioterapia sin tanto temor o angustia sólo porque es acompañado por una mascota entrenada”.

fuente eldia