Crece en Rosario el consumo problemático de sustancias

“Más demandas y cada vez más complejas”, afirmó la titular de la Agencia de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones (Aprecod), Cecilia Nieto, a la hora de hacer una evaluación de las situaciones a las que se intenta dar respuesta tanto desde las organizaciones sociales que tienen convenio con la provincia como desde el propio Estado provincial. De hecho, la Casa Terapéutica Productiva, un espacio cogestionado entre el gobierno provincial y un grupo de cooperativas de trabajo, lleva un año funcionando y desde entonces recibió a razón de una derivación por cada día hábil del año.

La apuesta ahora es complementar la propuesta de la casa con el Hostal Asistido, un dispositivo con modalidad residencial con capacidad para 12 personas y que permitirá ofrecer un lugar donde pasar la noche. “Es un paso más, que además es parte de un proceso que estamos mirando muy de cerca para evaluar si este es el camino que hay que priorizar”, indicó Nieto.

Ese incremento de la demanda se hizo palmario en el año de funcionamiento que lleva desde fines de 2017 la Casa Terapéutica Productiva, un dispositivo que tiene sede en Santiago 726, y que es cogestionado entre Aprecod y el Grupo Cooperativo Communitas, que nuclea a un conjunto de cooperativas de trabajo de la ciudad. Sólo ese espacio recibió a lo largo de 12 meses a razón de una derivación por cada día hábil del año, sumando 269 personas.

Claramente, sumando 215, la mayoría fueron varones, otras 54 fueron mujeres y 25 eran adolescentes de menos de 18 años. Tanto este espacio, como otros dispositivos, funcionan articuladamente con 70 instituciones y efectores del sur de la provincia, y se contabilizan a lo largo del año un número constante de entre 90 y cien personas en tratamiento.

Para la responsable de la agencia de prevención, el aumento de la demanda “está vinculada a la crisis actual” y agregó: “Claramente aparee un desmembramiento de la clase trabajadora que se ha quedado sin empleo, de familias que han debido modificar sus hábitos y que todo eso, vinculado a los consumos, produce un impacto muy fuerte”.

Es más, Nieto señaló que “son grupos familiares que mayoritariamente no eran usuarios de la red de salud pública porque tenían obra social y ahora se encuentra ante un escenario de incertidumbre y recorte económico que tienen una situación emocional de mucha fragilidad, que se agudiza y que se manifiesta en los consumos”.