A un año de la caída que sufrió Yazmín: “Estoy mucho mejor”, dijo la pequeña en Radio EME

Yazmín Augsburguer es una nena de 10 años oriunda de Reconquista que estaba en la ciudad de Santa Fe junto a sus docentes y compañeros, en un viaje de estudio. La noche del 22 de noviembre cayó al vacío desde 20 metros de altura de un hotel céntrico. En un primer momento su diagnóstico era crítico, estaba en coma y con múltiples fracturas producto de su caída.

La recuperación no fue fácil y es un largo proceso que aún hoy, a un año ella lleva adelante con mucha entereza, pensando en que en un futuro pueda volver a caminar.

En diálogo con Radio EME, Macarena Toledo, mamá de la pequeña Yazmín, dijo que “la historia es para escribir un libro: está haciendo una recuperación buena y, si Dios quiere, el año que viene podrá volver a caminar“. “Como consecuencia del accidente, sufrió politraumatismos por caída de altura, demolición de tobillo, fractura expuesta de tibia y peroné, fractura de pierna derecha, fractura con desplazamiento del sacro, drenaje en la parte izquierda porque su pulmón expandió aire y tuvo ocho bombas, con respirador y pendiente de un hilo“, recordó Macarena en “Con el mismo acento“.

“Ella sufrió desnutrición severa, comía pero cuando íbamos a los controles la encontraban más delgada y la dejaron internada en el Hospital de Niños: los pensamientos y los recuerdos le dejaron una especie de secuela y la comida no la disfrutaba, sino que comía por obligación”, explicó la mamá de la menor. “Ahora está pesando 30 kilos, tiene que llegar a 33 y hasta que no llegue a ese peso no le van a sacar la sonda nasogástrica“, reveló.

Consultada sobre qué sucedió aquella fatídica noche en la que Yazmín sufrió la caída, Macarena expresó que “cada vez que le pregunté, me dijo que intentó cerrar la ventana y como era pesada y estaba rota, estiró la mano y quedó colgada de la misma al perder el equilibrio, luego se dejó caer y cayó parada“.

En otro tramo de la charla, la entrevistada indicó que “estamos con abogados y en pleno juicio contra la escuela, el hotel, el transporte de viaje y el seguro“.

La nota fue cerrada por la propia Yazmín, quien dijo que se encuentra “mucho mejor, tanto de salud como de estado de ánimo“. Por último, y al ser consultada sobre qué quiere ser cuando sea grande, la pequeña respondió que “cuando sea grande quiero ser kinesióloga, maestra o fonoaudióloga“.