Pampita, sobre el fallecimiento de Blanca: “No saben lo que es estar en esos zapatos”

En un mano a mano con Leo Sbaraglia, se sinceró sobre la etapa más dura de su vida.


La eterna sonrisa de Carolina “Pampita” Ardohain ya es todo un sello. Sin embargo, detrás de esa mujer alegre se esconde una faceta que pocos conocen y que responde al dolor más grande de su vida: el fallecimiento de su hija Blanca. Durante su paso por Podemos Hablar, la modelo debutó en una nueva sección de preguntas a través de un vidrio y el entrevistador fue su compañero Leo Sbaraglia. La confianza entre ellos permitió que el actor fuera a fondo y que ella no se quedara atrás.

“¿Qué sentís que no te han preguntado tanto?, ¿Qué sentís que es algo de tu vida que no ha entrado en el juego mediático, del cual todos participamos? ¿Cuál es esa Caro que no apareció tanto en los medios?”, le preguntó el talentoso intérprete. Aunque siempre está impecable, la conductora de 43 años admitió que todo lo que se ve en la pantalla es solo una parte de lo que elige mostrar. “Yo creo que siempre tengo como una muralla, doy hasta cierto punto y hay cosas que me gustan que queden entre los que me conocen, entre los más íntimos”, comenzó diciendo.

Tras la incomparable tristeza de perder a un hijo, pero sin hacer mención a Blanca – que murió el 8 de septiembre de 2012 por una neumonía hemorrágica- aclaró: “Nunca me sentí una abanderada de ciertas cosas. Eso me lo guardé para mí, para la intimidad. Conocen una parte súper linda, pero hay todo un lado difícil y duro del día a día, que no saben lo que es estar en esos zapatos”, cerró la figura invitada.

Meses antes, en el mismo programa, la conductora de NET dijo que nunca se rinde y que sus tres varones la impulsan a seguir adelante todos los días. “Tengo un motor adentro muy fuerte que me motiva a disfrutar de las cosas simples y a mano, soy muy consciente de que la vida es una sola, y creo mucho en Dios, así que si me tiene acá en esta tierra es para vivirla al máximo”.

También reconoció que hay momentos en los que se siente muy mal y que tiene etapas. “Cada día que me levanto de la cama es uno más, otro paso, es la cuenta regresiva hasta el último día de mi vida. No voy a mentir que hay días o semanas duras. Pero si veo el paneo general de mi vida, es bueno. Yo quiero que mis nenes estén orgullosos y que vean que se hizo lo posible para que en el día a día ellos tengan alegría y disfruten de la vida, porque todos venimos al mundo a disfrutar, y no hay que dejar de intentarlo”, concluyó siempre positiva.