Vladimir Putin fue elegido como el hombre más sexy de Rusia

En la encuesta participaron 2.000 rusos. El presidente Vladimir Putin obtuvo la mayor cantidad de votos. Había reconocidos de la política, el arte y el deporte. 


Una encuesta realizada por la bolsa de trabajo SuperJob en la que participaron más de 2.000 personas dio como resultado que el hombre elegido más sexy del Rusia es el presidente de ese país, Vladimir Putin. El mandatario, soltero de 68 años, fue el único hombre que alcanzó cifras de dos dígitos en la encuesta.

Una de las preguntas era quién era el hombre más atractivo del país. El 18% de los hombres y el 17% de las mujeres votaron por Putin. Sin embargo, las cifras se redujeron en un uno por ciento en cada grupo en comparación con el año anterior. Desde la agencia, indicaron: “Los rusos todavía consideran a Vladimir Putin como el más atractivo de los hombres famosos del país. Y continuó: “En este campo, ni los actores, ni los atletas, ni otros políticos pueden competir con él hoy”.

El mandatario ruso había sido fotografiado sin camisa, pescando y montando a caballo, mientras se encontraba de vacaciones. En 2018, aseguró que no estaba avergonzado por las fotos en topless y explicó que no veía la necesidad de “esconderse detrás de los arbustos” durante sus vacaciones. Las fotos fueron percibidas en gran parte como un intento de cultivar una imagen poderosa de un hombre de acción.

En la encuesta compitió con los actores Dmitry Nagiyev, Danila Kozlovsky y Konstantin Khabensky, a quienes solo el 2-3% de los encuestados los consideró los más atractivos.

Los resultados fueron publicados pocos días después de que los legisladores aprobaran una ley que permite a Putin permanecer en el poder como presidente hasta 2036. La encuesta se realizó a 1.000 hombres y 1.000 mujeres en más de 300 ciudades de Rusia entre el 22 y el 31 de marzo.

Putin es atlético, tiene una rutina de entrenamiento y una dieta rigurosa. De acuerdo a Newsweek, por lo general, Putin se levanta entrada la mañana y come el desayuno cerca del mediodía: una tortilla abundante o un tazón de cereales de avena, sumado a huevos de codorniz y jugo de fruta. Una vez terminado el desayuno, recién entonces toma un café.

El mandatario es un obsesivo en las comidas. Se cuida hasta en el mínimo detalle. En sus visitas al exterior jamás acepta un alimento del anfitrión sin que antes haya sido controlado por el Kremlin. No se sirve productos lácteos fuera de su país y su devoción radica en el helado de pistacho. Tampoco consume alcohol.