La bajante del Paraná paralizó el parque náutico de Rosario

Lanchas y otras embarcaciones de gran porte están todas apoyadas en el barro.


“La situación por la bajante del Paraná es sumamente crítica para todos los clubes de la costa. Estamos con menos 30 centímetros, según la actualización de este lunes, pero calculo que hoy bajó más. Tenemos todo el parque náutico anulado por completo”, afirmó este martes Simón, el intendente del Club Remeros Alberdi, ubicado en la zona norte de Rosario.

Con esas palabras describió uno de los problemas ocasionados por la tremenda bajante del río que ya lleva casi dos años, que golpea también a todas las actividades relacionadas con el esparcimiento.

Simón precisó que los inconvenientes “se registran tanto en la bajada de lanchas como en otras embarcaciones de gran porte. Todas están apoyadas en el barro. Nuestra caleta está prácticamente seca. Es algo nunca visto y es traumático para los titulares de las embarcaciones, pero también para la ciudad completa”.

“Estamos sufriendo estos perjuicios hace casi dos años. Esto genera malestar en los socios. Hace 20 días habíamos dragado. Llegamos a dos metros más abajo de lo que teníamos en ese momento, pero hoy estamos varados de nuevo”, agregó.

Simón además contó que el club hizo una inversión importante para traer una draga. “Se hizo el trabajo. Durante 20 días los socios pudieron salir a navegar, pero ahora otra vez estamos con el parque seco. Es de terror. No se vio nunca esto”.

El referente de Remeros señaló que estos problemas no sólo afectan las actividades recreativas del verano sino también a las escuelas que tiene la institución.

“Sería bueno que llueva en el norte, en Brasil. Este problema lleva más de dos años. Muchos dicen que esto se debe a la tala indiscriminada de árboles en la zona de Brasil. No es un problema por las compuertas de las represas, sino por falta de agua y la tala indiscriminada. Eso trae consecuencias acá abajo”, subrayó.

Por su parte el arroyo Ludueña es un hilito de agua, la prolongada sequía se ve reflejada en los distintos afluentes del Paraná.

La desembocadura del arroyo Ludueña y un paisaje que sorprende por el poco caudal de agua.