Fue detenido el presunto autor de la llamada en la que amenazó con matar a 7 policías

Un hombre de 59 años fue detenido como presunto autor de la llamada amenazante a la central de emergencias 911 en la que dijo que iba a “tumbar a siete” policías en nombre de la banda Los Monos, y será imputado este sábado por ese hecho, informaron fuentes judiciales.


El sospechoso fue arrestado este jueves por la noche en un operativo que llevó adelante el personal de la División Judiciales de la Unidad Regional II en la cuadra de Nicaragua al 300, de zona oeste.

Los investigadores determinaron esa dirección tras seguir el rastro del llamado telefónico realizado desde un celular el miércoles a la noche, explicaron voceros policiales.

En esa comunicación, el interlocutor se identificó como “Rubén Cantero”, pidió hablar con “el uno”, luego dijo: “Informá a tu jefe que los Canteros lo llamaron, que se aguante el vuelto. Esta noche tumbamos a siete” y cortó la comunicación.

Los pesquisas interpretaron que el uno se refería al titular de la Unidad Regional II del departamento Rosario, Natalio Marciani. Además, advirtió que tuvieran cuidado con los micros que trasladan a efectivos policiales al norte por la autopista Rosario-Santa Fe, indicaron los investigadores.

Fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) explicaron que el hombre, identificado como Rubén Darío F. (59), permanece detenido y será imputado este sábado por un fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada donde se conocerá la acusación en su contra.

Agregaron que aún no está fijado el horario de la audiencia y que la Fiscalía se reserva el encuadre del delito que le achacará al arrestado.

Voceros del caso indicaron que si bien el nombre de pila coincide con el que dio, el apellido del detenido no es Cantero, relacionado directamente con el clan asentado en zona sur, que está vigente desde casi un cuarto de siglo y que tiene como cabecilla a Ariel “Guille” Cantero, quien está preso de 2013 y que acumula ocho condenas por más de 100 años de reclusión.

La amenaza, que no es la primera de este tipo que se registra en los últimos años, provocó que el Ministerio de Seguridad de Santa Fe dispusiera un alerta roja que implica mayor presencia de la fuerza en puntos críticos y cuidados del personal de calle.