Las cárceles de Santa Fe “explotan” por la sobrepoblación de internos

Actualmente hay más de 7.500 personas alojadas en las cárceles santafesinas, donde la capacidad total es de 5.800. Este martes, esta problemática será debatida en la Junta Provincial de Seguridad. 


El servicio penitenciario atraviesa una situación crítica de superpoblación carcelaria. El panorama es “extremadamente crítico”, sostiene un informe la Dirección de Régimen Correccional de la provincia de Santa Fe.

En el reporte se precisa que actualmente hay más de 7.500 personas alojadas en las cárceles santafesinas, donde la capacidad total es de 5.800. Esta problemática ha sido uno de los puntos que se han abordado en la primera reunión de la Junta Provincial de Seguridad, y este martes por la tarde volverá a estar en la agenda.

En dicha reunión, donde estarán presentes los tres poderes del Estado santafesino, tendrá la participación de la Defensora General en el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, Jaquelina Balangione. “En total hay 1.500 personas demás en cárceles, dentro de los cuales son 462 federales y 780 en ámbitos policiales”, señaló en Radio EME. 

Jaquelina Balangione.

Además, aclaró que hay que sumar a los 776 internos en ámbitos policiales bajo condiciones de sobrepoblación y hacinamiento en la ciudad capital, Melincue y Rafaela. “Las sedes policiales no están para alojar presos. Por eso comienzan los problemas de fugas y miedos de los vecinos”, aseguró la funcionaria.

A su vez, el mayor impacto de superpoblación se observa en las comisarías y cárceles. “En la cárcel de Las Flores hay una sobrepoblacion de 300 internos, mientras que en Coronda supera los 500 presos y en Piñero el límite supera los 800 reclusos que la exceden”, apuntó.

Por otra parte, explicó que un total de 12 personas ingresan por día a las prisiones de la región. “Hay muchos ingresos. Un total de 50% de personas que están en prisión preventiva. Hay que revisar si hay que construir más cárceles, porque hay 2000 presos demás”, cerró Balangione.

Escuchá la palabra de Jaquelina Balangione: