Se trata de trabajos de reparación y mantenimiento en la estructura del símbolo nacional ubicado en Rosario. Las tareas demandarán nueve meses de ejecución.
Después de más de siete años de anuncios y trabajos que comenzaron, pero habían quedado interrumpidos, el gobernador Omar Perotti confirmó ayer que el Ministerio de Obras Públicas de la Nación adjudicó finalmente la obra para una restauración integral y puesta en valor del Monumento Histórico Nacional a la Bandera de Rosario.
Se trata de una obra que había sido iniciada por el anterior gobierno nacional y que quedó pendiente por falta de fondos y que ahora no sólo podrá retomarse sino también agregar nuevas intervenciones en partes de la estructura que no habían sido incluidas en el proyecto original.
Los trabajos incluyen tareas de restauración de la estructura de hormigón en la torre y el propileo, la fuente y el exterior de la proa, así como en el basamento y las escalinatas, que lucen deterioradas, con grietas y daños provocados por falta de mantenimiento y el desgaste del paso del tiempo.
La primera etapa de la obra ahora ya adjudicada incluye intervenciones sobre la cripta de Manuel Belgrano, donde se harán tratamientos específicos y de impermeabilización y sellados sobre el revestimiento travertino, así como otras tareas de limpieza y consolidación, además del retiro, provisión y recolocación de placas. También se pondrán en valor elementos de bronce y artefactos de iluminación y se reemplazarán en ambos casos las piezas faltantes.
Entre los trabajos que se incluyeron en este nuevo proyecto se encuentra una intervención a la Sala de las Provincias, donde se concretarán trabajos de readecuación del espacio ubicado debajo del atrio y de otras instalaciones.
Nuevo impulso para la obra
La obra es producto de una nueva licitación pública nacional encarada por el actual gobierno nacional en setiembre del año pasado, la que resultó ganada y adjudicada a la empresa Dyscon SA, por un monto de más de 967 millones de pesos y un plazo de ejecución de nueve meses.
En el decreto de adjudicación conocido esta semana, el Ministerio de Obras Públicas establece que la obra consiste en trabajos de restauración y puesta en valor del Monumento, conservando los elementos y los lenguajes arquitectónicos y artísticos, según lo establecido por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y Bienes Históricos.
En el mismo ítem se detallan los trabajos a llevarse a cabo: la consolidación total y definitiva de los distintos componentes estructurales, constructivos y de infraestructura que pudieran ser el motivo de las inestabilidades, en los revestimientos exteriores de mármol travertino del monumento, tratamiento de las distintas patologías evidentes en el interior de los propileos, los pasajes laterales, la explanada del propileo y las ornamentaciones en bronce, renovación del ascensor de la torre principal, de la instalación eléctrica en el propileo y de la climatización de la Sala de las Banderas.
El Monumento a la Bandera de Rosario es Monumento Histórico Nacional desde el 27 de diciembre de 1989. Los trabajos que ahora se pondrán en marcha quedaron inconclusos después de que se iniciaran algunas obras de reparación en junio de 2016 en el marco de un convenio de cooperación entre el gobierno nacional y la Municipalidad de Rosario, con un presupuesto inicial de 130 millones de pesos.
El 30 de agosto de ese mismo año se concretó un llamado a licitación para restaurar el Monumento, y en marzo de 2017 comenzaron algunas obras, que consistían principalmente un diagnóstico de las placas de mármol travertino que recubren la torre y el propileo para encarar la reparación de filtraciones, grietas y daños. Esa obra tenía un plazo de 18 meses, pero quedó interrumpida cuando estaba en un 35% de su ejecución, debido a atrasos en los pagos prometidos por el gobierno nacional.
Ahora, la obra asume una propuesta más integral de restauración, y tiene un horizonte concreto y un compromiso de fondos asegurado, después que el 7 de junio del año pasado la Municipalidad junto al gobernador Perotti hicieran una presentación de documentación técnica y un pedido para que los trabajos se concretaran a la brevedad. Esa inquietud quedó materializada con el decreto de adjudicación que ahora se conoce.