El Parlamento iraní analiza la posibilidad de cerrar el Estrecho de Ormuz en represalia por los recientes bombardeos de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes. Esmail Kosari, legislador y miembro de la comisión parlamentaria de seguridad nacional, indicó que la decisión final quedará en manos del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, organismo que concentra el poder en situaciones de conflicto.
Desde Washington, el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, reaccionó con contundencia y calificó la medida como “un suicidio” económico para Irán. “Toda su economía pasa por el Estrecho de Ormuz. ¿Por qué harían eso? No creo que tenga ningún sentido”, afirmó.
Este estrecho es uno de los puntos marítimos más estratégicos del mundo, por donde transita cerca del 20% del petróleo comercializado globalmente. Su cierre, aunque sea parcial, podría disparar los precios internacionales de la energía y profundizar la crisis en Medio Oriente.
La tensión entre Irán y Estados Unidos escala y el futuro de esta ruta vital para el mercado energético mundial genera preocupación en la comunidad internacional.
