En una ciudad donde el fútbol suele acaparar todas las miradas, hay otra pasión que crece en silencio pero con firmeza: el voleibol femenino. En el Club Atlético Colón, el trabajo en las divisiones inferiores no solo suma chicas a la red, sino que también cosecha triunfos.
Y detrás de esos logros está Ayelén Ramírez, entrenadora de las categorías Sub 13 y Sub 14, quien vive cada entrenamiento con la misma intensidad que una final.
«Actualmente tengo entre 28 y 30 nenas solo en Sub 13 y Sub 14, y si sumamos el mini vóley, hablamos de unas 60 chicas», cuenta Ayelén con una mezcla de orgullo y asombro. A esa cifra se le suman otras categorías más grandes como Sub 16, 18, 21, Primera, además de espacios como Mami Vóley y Newcom, evidenciando un crecimiento transversal y sostenido en el deporte.
Pero el número no es lo único que impresiona. En la última temporada, las chicas de Sub 14 se consagraron campeonas invictas del Torneo Apertura de la Asociación Santafesina. “De las 11 fechas disputadas no perdimos ni un solo partido”, destaca Ayelén, reconociendo que el éxito no llegó de un día para el otro. “Es la cosecha de tres años de trabajo con este grupo, que arrancó desde los 11 años. Es un orgullo enorme para ellas y para el club”.
La entrenadora también formó parte del seleccionado de la Asociación Santafesina, donde una jugadora sabalera también fue convocada. Juntas, se coronaron campeonas provinciales, reafirmando el nivel competitivo de la región y el aporte concreto de Colón a ese presente prometedor.
El compromiso va más allá de lo deportivo. Ayelén destaca el acompañamiento de las familias: «Los papás y mamás siempre están ayudando, y ni hablar de los abuelos… ¡siempre presentes!». Y cómo no mencionar el “Torneo Sabaleritos”, un evento que el club recuperó el año pasado con más de 300 niños participando. «Fue hermoso ver el club lleno de chicos, es un trabajo grande pero con mucha recompensa», señala.
Ahora, tras el brillante Apertura, el objetivo está puesto en el Torneo Clausura, que comienza en julio. “Nos toca seguir creciendo, porque esto recién empieza”, dice Ayelén con una sonrisa que anticipa más victorias.
En el club del barrio Centenario, la red no solo separa equipos: une generaciones, esfuerzos y sueños. Y en cada saque, cada punto y cada abrazo de equipo, el vóley femenino de Colón deja en claro que su presente es fuerte… y su futuro, aún más prometedor.
