El estado de salud de Alejandra “Locomotora” Oliveras continúa siendo crítico pero estable, según el parte médico emitido este martes por las autoridades del Hospital Cullen de Santa Fe, donde permanece internada tras haber sufrido un ACV isquémico.
A poco más de 24 horas del episodio, los médicos señalaron que Oliveras, de 47 años, está siendo monitoreada de forma constante en la unidad de terapia intensiva, con un seguimiento estrecho de su evolución neurológica. El director del hospital, Bruno Moroni, explicó que la exboxeadora no necesita asistencia respiratoria mecánica y que su estado hemodinámico es estable, aunque aún presenta un “síndrome confusional” y déficit motor en el lado izquierdo del cuerpo.
“Se mantiene vigil, sin cambios, entiende órdenes básicas, pero no articula palabras. El pronóstico sigue siendo reservado”, confirmó Moroni en diálogo con el móvil de EME.
El parte oficial indicó que el ACV fue causado por una obstrucción arterial, lo que provocó una isquemia cerebral. Esta condición implica una evolución dinámica del cuadro clínico, por lo que los especialistas siguen atentos minuto a minuto cualquier modificación que pueda incidir en el pronóstico.
Un cuadro delicado y sin fecha de alta
El doctor Moroni remarcó que, si bien no hubo retrocesos en las últimas horas —lo que consideran un signo alentador—, la situación continúa siendo extremadamente delicada. Por el momento no está prevista una intervención quirúrgica, aunque no se descarta según cómo progrese el cuadro.
Tampoco hay certezas sobre la posibilidad de secuelas o el tiempo de recuperación. Los profesionales insistieron en que las próximas 48 a 72 horas serán cruciales para saber si el daño neurológico será reversible y en qué medida afectará funciones esenciales como el habla, la movilidad o la cognición.
En ese sentido, Moroni fue categórico al referirse a la eventual participación de Oliveras en actividades públicas, como su rol en la Convención Reformadora de la Constitución: “Hoy lo prioritario es su estado de salud. Estamos lejos de hablar de una recuperación funcional o de un alta”.
La importancia de reconocer los síntomas
Más allá del caso puntual, el director del Cullen aprovechó para subrayar la importancia de reconocer los signos de un ACV: pérdida repentina de fuerza en brazos o piernas, dificultad para hablar o comprender, alteraciones visuales, mareos o dolor de cabeza intenso. Ante cualquiera de estos síntomas, recomendó acudir de inmediato a un centro de salud.
También recordó que si bien una vida saludable ayuda a reducir riesgos, no elimina por completo la posibilidad de sufrir un ACV. “Llevar una vida sana reduce el riesgo, pero no lo elimina completamente”, concluyó Moroni.
Mientras tanto, Alejandra Oliveras enfrenta, como tantas veces en su carrera, una pelea compleja y exigente, esta vez lejos del ring, pero con la misma entereza de siempre.
