La dirigente opositora venezolana María Corina Machado aseguró que el presidente Nicolás Maduro “tiene los días contados”, luego de haber sido distinguida con el Premio Nobel de la Paz 2025, otorgado por su “incansable labor en la defensa de los derechos democráticos del pueblo venezolano”.
En una entrevista con el diario La Nación, Machado señaló que el reconocimiento “tiene un impacto muy importante tanto en los venezolanos como en el propio régimen”, al considerar que “el mundo entero legitima la lucha por la libertad y deja en evidencia que Maduro está absolutamente aislado”.
La exdiputada, que lleva más de un año en la clandestinidad, confesó que aún no asimila la magnitud del premio: “Lo que estamos viviendo en Venezuela es tan intenso que nunca imaginé que algo así podía suceder. Creo que todavía no lo he procesado”.
Machado sostuvo que desde las elecciones del 28 de julio de 2024, el Gobierno de Maduro atraviesa “una caída inexorable” y que su permanencia en el poder “solo se sostiene en la violencia y el terror”.
“Si Maduro quiere la paz, que se vaya ya. Con o sin negociación, Maduro se va”, enfatizó.
También destacó el papel de Estados Unidos en el aislamiento del régimen: “La posición firme del presidente Donald Trump y su decisión de desmantelar los carteles de la droga cambió completamente la dinámica”.
En cuanto al panorama regional, advirtió que una Venezuela liberada “será un golpe letal a la tiranía cubana”, y destacó que el reconocimiento internacional “inyecta energía y confianza a los venezolanos, dentro y fuera del país, para completar la tarea de conquistar la libertad”.
Por último, Machado se refirió a su relación con el presidente argentino Javier Milei, a quien definió como un aliado político y personal: “Nos une una gran amistad y un enorme respeto. Está haciendo un gran trabajo por Argentina. Aquellos que destruyeron Venezuela también ven en Javier una amenaza, por eso nuestros países deben fortalecerse entre sí”.
El Comité Nobel noruego, con sede en Oslo, destacó la trayectoria de Machado por su compromiso con una “transición justa y pacífica hacia la democracia” en Venezuela, un objetivo que —según la propia dirigente— será el verdadero homenaje al legado de Alfred Nobel.
