La ampliación de la planta potabilizadora de Santa Fe, una de las obras de infraestructura hídrica más importantes de la provincia, volverá a ponerse en marcha este mes tras casi un año paralizada. El proyecto, con una inversión actualizada de $44 mil millones, permitirá duplicar la capacidad de potabilización y mejorar la presión de agua en los barrios del norte santafesino.
El secretario de Agua y Saneamiento, Leonel Marmiroli, confirmó que la empresa comenzará a trasladar personal técnico y jefes de obra la semana próxima, y aseguró que “antes de fin de año la obra volverá a tener buen ritmo”. La reactivación fue posible gracias a que el Gobierno Nacional canceló los pagos adeudados a la UTE, integrada por Supercemento, Basaa y Obring.
La ampliación elevará la capacidad de producción de agua de 8.250 a 14.500 metros cúbicos por hora, sumando más de 6.000 metros cúbicos adicionales. Marmiroli comparó la magnitud de la obra con la del nuevo puente Santa Fe–Santo Tomé, destacando su impacto estratégico. Según el cronograma actualizado, la finalización está prevista para julio de 2027, aunque podría adelantarse si los pagos se mantienen al día.
El funcionario señaló que la obra garantizará el abastecimiento de agua para los próximos 30 años y mejorará significativamente el servicio en los sectores norte y noroeste de la ciudad. Marmiroli destacó el compromiso conjunto entre Nación, Provincia y la empresa para reactivar un proyecto considerado esencial para el futuro de Santa Fe.
