La intersección de las rutas nacional 34 y provincial 39 encabezó las noticias en la página de la accidentología vial en las últimas semanas en la provincia de Santa Fe.
Dos hechos, sucedidos el martes 9 y el miércoles 17 de diciembre últimos, pusieron la lupa en un antiguo problema que es la escasa efectividad en la visibilidad de esa peligrosa intersección de vías, en jurisdicción de Arrufó.
El sábado pasado una inesperada visita sorprendió a los vecinos del lugar, que observaron como particulares se encontraban colocando carteles viales indicadores sobre el cruce vial mencionado.
Se trató de allegados a la familia del pastor mendocino Héctor Bonarrico accidentado conduciendo una Toyota Taos, y su esposa Magdalena Rosa Morgas, quienes impactaron contra un camión cargado de sorgo, cuyo acoplado tumbó a raíz del tremendo impacto.
Ambos fueron derivados a nosocomios, pero no padecieron heridas graves a pesar de la espectacularidad del siniestro.
Allegados a Bonarrico llegaron el sábado con 4 carteles indicaron que fueron clavados en los distintos puntos cardinales avisando del encuentro de las rutas.
“No queremos que otras personas padezcan lo que los accidentados han sufrido”, dijeron a los medios y vecinos de Arrufó.
Como se explicó, en el lugar el gobierno provincial ya licitó la construcción de una rotonda, pero su realización debe ser autorizada por Vialidad Nacional, quien objetó cuestiones técnicas de la obra.
