A tres meses, Notre Dame de París sigue en ruinas

Tres meses después del incendio que devastó una parte de la catedral de Notre Dame de París, monumento histórico de 850 años de antigüedad, su interior sigue impregnado de un ligero olor a quemado, en medio de escombros ennegrecidos por el fuego que aún no fueron retirados de la nave.

Hace tres meses, la catedral estaba llena de feligreses y turistas que admiraban su arquitectura gótica y a sus famosos vitrales que salieron en gran parte ilesos del siniestro. Pero en su lugar, unos 60 trabajadores especializados, vestidos con monos, cascos y máscaras de protección de color blanco, trabajan sin descanso desde hace varias semanas para consolidar la estructura del templo.

Tres redes protectoras fueron colocadas en donde estaba el techo para evitar la caída de pedazos de la estructura. Una parte de los trabajadores llevan máscaras especiales para protegerse de la contaminación con plomo, causada por el techo que se fundió. Las obras de renovación todavía no comenzaron. Antes que nada, la estructura de la catedral, inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, debe ser consolidada para descartar el riesgo de colapso.