Calor corporal: ese fuego interior que se acerca al infierno

Uno de los sintomas mas incomodos de la menopausia son los “calores” o sofocos, y pueden durar muchos años, si no se encaran con otra filosofia o no se “trabaja” para evitar su evolucion. Aqui, algunas explicaciones sobre sus motivaciones y varios consejos para aprender a alivianarlos.

Los sofocos, las abuelas los llamaban “los calores”, son una sensación de calor extremo que comienza en la cara y la zona superior del pecho y que puede extenderse por todo el cuerpo. Es un calor muy intenso que se siente de adentro hacia afuera. Es como una oleada que aumenta en intensidad a medida que la sensación se esparce por el cuerpo. Puede durar entre dos y cuatro minutos y, en ocasiones, se acompaña de sudoración intensa, ansiedad o palpitaciones del corazón. Dicen los especialistas que en algunos casos extremos, pueden llegar a sufrirse una vez cada hora. Suceden durante el día y durante la noche, despertando a la mujer que los padece. Y respecto de la duración, dicen que suelen presentarse durante dos y cuatro años.

No se sabe bien cuáles son las causas de los sofocos. En general se lo relaciona con la reducción de los niveles hormonales, de estrógenos y progesterona, que alteran el equilibrio del centro regulador de la temperatura, alojado en el hipotálamo. Por esta razón, la medicación para aliviarlos es la terapia hormonal sustitutiva, pero hay muchas mujeres que por otras condiciones de salud no pueden realizar este tipo de tratamientos o simplemente no quieren. Estas mujeres pueden combatir los sofocos modificando ciertos aspectos de sus hábitos de vida.

Cambio de hábito

Vestirse con capas de ropa para poder sacársela en el momento del calor intenso, y luego volver a ponérsela.

Mantener una temperatura ambiental baja. Si bien la temperatura exterior es independiente de la aparición de los sofocos, mantener una temperatura baja en el ambiente puede ayudar a sobrellevarlos cuando se presenten.

Evitar las bebidas calientes, como el café o el té.

Beber líquidos fríos, si es posible en el momento del sofoco.

Ponerse al cuello una toalla fría y húmeda, al momento del sofoco.

Refrescar las mejillas con agua fría.

Llevar consigo un ventilador portátil o un abanico para usarlo cuando empieza a sentir los calores súbitos.

Trate de usar prácticas de mente-cuerpo como el yoga u otras técnicas para auto-calmarse.

Beber pequeñas cantidades de agua fría antes de acostarse, para disminuir los sofocos nocturnos.

Mantener la cama usando varias capas de sábanas y mantas para ajustarlas cuando sea necesario.

Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes para mejorar los sofocos, existen opciones de medicamentos que no incluyen hormonas, sin los potenciales riesgos que tienen los mismos. Por otra parte, algunas mujeres pueden optar por tomar hormonas para tratar los calores. La terapia hormonal estabiliza los niveles de estrógeno y progesterona en el cuerpo, es un tratamiento muy efectivo para los sofocos en las mujeres que pueden usar esa terapia, pero existen riesgos asociados con el uso de hormonas.