Lifschitz y Perotti ahora rivalizan por la ceremonia del traspaso de mando

El equipo del gobernador electo comunicó que hará un acto público en la explanada de la Casa Gris, “con o sin” el mandatario saliente. En cambio, el socialista propuso que el acto se haga en la Legislatura.

Al estar del entusiasmo con que el gobernador electo, Omar Perotti, regreso este martes desde Buenos Aires no se descartaría que el mandatario nacional electo, Alberto Fernández, esté en su asunción al frente de la Casa Gris, un días después de calzarse él mismo la banda presidencial. Lo que no se preveía era que hoy Perotti y el gobernador Miguel Lifschitz llevaran al extremo la discusión por el protocolo del traspaso de los atributos de mandos en una suerte de remake vernácula de aquel sainete que protagonizaran cuatro atrás Mauricio Macri y Cristina de Kirchner, que el socialista supo lamentar en público según los registros periodísticos de la época.

Es que además de una agenda de viajes al exterior —que suspendió— era la discusión sobre el traspaso, hasta ayer en veremos entre macristas y peronistas para no repetir el bochornoso antecedente en el país, la que cuestión que impedía a Fernández volver a Santa Fe para la asunción de un gobernador: estuvo en la de Hermes Binner el 11 de diciembre de 2007.

Lo que no se esperaba —y, como una paradoja redonda, encima en el mismo día en que macristas y peronistas se pusieron de acuerdo en tan “crucial” cuestión— socialistas y perottistas en la provincia de Santa Fe salieron a pregonar sus diferencias sobre el mismo asunto.

“El acto de traspaso y jura de ministros se hace en la explanada de Casa de Gobierno en un acto público como hizo el ex gobernador Antonio Bonfatti cuando asumió. Será a las 19, con o sin Lifschitz“, comunicaron a hora temprana desde las huestes del gobernador entrante. Es más se avisó que durante “la mañana de hoy (por ayer)” se distribuirán la invitaciones formales.

Enterada de la decisión de los peronistas, la Casa Gris puso en marcha una contraofensiva para evitar dejar a Lifschitz en un papel que sería parangonable con el de Cristina en el 2015 que él había criticado. Operadores partidarios salieron prestos a las redes sociales a viralizar que el ministro de Gobierno, Pablo Farias, ofrecería por escrito a Perotti alternativas varias para el acto.

El socialismo busca evitar exponer al gobernador Lifschitz a cualquier improperio desde el público que será eminentemente de peronistas eufóricos por volver al poder después de 12 años. Una silbatina leve bastaría como señal política para las crónicas dijeran que el último gobernador socialista se va repudiado. Desde el gobierno buscan evitar el mal trago a Lifschitz.

Por tal razón la nota que Farias envío, efectivamente en horas del mediodía a la gente de Perotti y a los medios de prensa, es clara en tal sentido al ofrecer alternativas menos aceptar el acto institucional en la explanada de la Casa Gris al que, para despejar dudas, califica de acto partidario.

“Asimismo, y a fin de facilitar la organización y posterior desarrollo del acto previsto fuera de la Casa de Gobierno, y no interferir de ningún modo con una ceremonia que legítimamente tendrá una concurrencia con características de acto político partidario, ofrecemos a Uds. formalizar dicho traspaso de atributos en la Legislatura ante la misma Asamblea Legislativa (que se reunirá ese día a las 11), inmediatamente después de que se efectúe el juramento de rigor del gobernador”, dice textualmente Farías en el tercer párrafo de su nota de ayer.

Antes recordó que era habitual que el traspaso se hiciera en el Salón Blanco, lo que es dato histórico también.

Pero en ese tercer párrafo el ministro se da por anoticiado del acto convocado por Perotti para el 11 de diciembre a las 19 en la explanada y que da por hecho y califica de dos modos “ceremonia” y acto “político partidario”. Ello porque para la hora en que salió la nota ministerial, Perotti ya hacía distribuir las tarjeta formales de invitación con un dato increíble: invita en ese lugar, a esa hora al “acto de traspaso y jura de ministros”.

Para Fernández asistir a la asunción de Perotti es, especulan en Santa Fe, un gesto de reafirmación de alineamiento del único gobernador de provincia grande con la que cuenta. Habida cuenta que el nuevo mandatario de Buenos Aires (Axel Kicillof) juega con Cristina; el jefe de Gobierno de CABA es el único macrista que ganó el gobernador cordobés tiene juego propio.

Pero si Perotti le arrebató al socialismo el gobierno provincial, Lifschitz desoyó el pedido de algunos de sus pares para jugar en las elecciones nacionales con Fernández, por lo que subirse al escenario que le propone el peronismo es impensable.

El gobernador electo reúne al PJ

En un gesto hacia afuera y adentro del PJ, el gobernador electo convocó para hoy a las 11, en el puerto de Santa Fe, a un encuentro de todo el peronismo santafesino: desde legisladores nacional y provinciales hasta dirigentes partidarios que no ostentan ningún cargo. La “movida” se da en un contexto de una transición áspera con el socialismo y señales de “rebeldía” interna.