Otro joven acribillado a balazos: el crimen organizado no se detiene

El médico policial constató en el cuerpo múltiples heridas de bala, cinco orificios de entrada y tres de salida.


Marcos Fabrizio Planka, de 18 años, fue acribillado a balazos en barrio Tablada, algunos investigadores lo vincularon también con “Berraco”, detenido el 26 de abril, sicario acusado de integrar una asociación ilícita dedicada a hechos extorsivos a cargo de Fernando “Enano” Morel, hombre cercano al líder de Los Monos Ariel “Guille” Cantero, preso en Coronda.

La División Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) encontró en el lugar nueve vainas servidas calibre 9 milímetros y cuatro vainas servidas de 11.25.

El médico policial constató en el cuerpo múltiples heridas de bala: cinco orificios de entrada y tres de salida en glúteo, espalda, cabeza, brazo todas efectuadas desde atrás.

A unas seis cuadras de lugar donde mataron a Planka fue asesinada el viernes Mariana Valeria Espinoza, de 40 años, acribillada de trece balazos, identificada como madre de “Berraco”, como ya señalado sicario ligado a “Los Monos”.

La interminable seguidilla de imparables crímenes mafiosos ocurridos en tiempos de cuarentena se relacionan con luchas territoriales y ajustes de cuentas entre bandas.

La sangre sigue corriendo en Rosario, los asesinatos de los últimos meses quedan de tras de la cortina de la pandemia que parece taparlo todo o dejarlo en un plano inferior. El crimen organizado no tiene cuarentena, la balas siguen sonando y la sangre sigue manchando.