La Bomba Tucumana puso requisitos para continuar en el Cantando 2020

Gladys, la Bomba Tucumana reveló cuáles son sus pretensiones para continuar en el “Cantando 2020” (El Trece) tras haber presentado la renuncia.

La participante reflexionó tras su enojo por el vestuario que le asignaron para salir a la pista que, en una cámara oculta para “LAM”, definió que era “para una villera boliviana”.

“Tengo que hablar con mi hijo porque no sé qué voy hacer. No es que me voy a quedar o no por una nota. Yo sé quién soy, soy una artista y si tengo ganas de irme, me voy. Y tengo ganas de irme. Si yo tuviera que explayarme con mi vestuario ahí, no alcanza el programa para contar las cosas que veo”, dijo la cantante.

“Nunca me quejé de los puntajes o de lo que dice el jurado. Jamás. nunca, nunca. Miren, vean, busquen. En esta gala tampoco. Busquen una desafinación y después hablemos. Hubo algo hecho para que él lo cante así y se atrasó, nada más. Fue una gala divina, excepcional, pero estaba mal por lo que había sucedido y lo conté porque me preguntaron. Soy tan honesta que no me puedo quedar callada”, agregó.

La Bomba Tucumana aclaró que “vas a vestuario y ves unos trajes que no existen, les falta estar bordados con diamantes nomás. No pienso dar nombres. Yo veo en el vestuario eso. Voy como una nena y pregunto si eso es para mí. Y me dicen que no, no, que esta tela es para vos, la de dos pesos. Yo aclaro, que si quieren, me las compro. Las telas que usan para mí son de terror. Lo digo con conocimiento de causa. Sí me importa porque hay mucha desigualdad y se nota mucho eso. Si necesitan que compre las telas, si sigo, voy yo a Once donde se compran las telas y me las compro. Y los modelos me los diseño yo”.

“Yo digo qué me quiero poner y qué no. No intervengo. Me dicen que venga seguido si no quiero que me pase eso. Que me cosan antes de salir de escena”, indicó Gladys.

La participante admitió que “siempre hay arreglos para hacerle y eso puede suceder, pero no que me traten como una nena de dos años. Soy una mujer y yo decido qué ponerme. Si es que me quedo voy a ver de comprarme las telas yo”.

“No estoy insegura con mi cuerpo. Me siento divina. Entreno y hago de todo. Me siento muy bien para tener 55 años”, concluyó Gladys.