Moody’s revisará la calificación argentina para el mercado internacional

La calificadora de riesgo Moody’s consideró que el canje de deuda argentino “resuelve un dolor de cabeza para el Gobierno” desde el punto de vista de que “tendrá varios años sin recurrir al mercado” y adelantó que la revisión de la calificación del país se realizará en las próximas semanas.

En un seminario virtual, el vicepresidente y analista senior de crédito de deuda soberana de Moodys Investors Service, Gabriel Torres, adelantó que en las próximas semanas revisarán “la calificación argentina actual, que es CA- (la anteúltima de la escala), luego del nuevo escenario donde la operación de deuda permite que la Argentina salga del default técnico en el que incurrió en mayo”.

“Argentina extiende plazos de pago pero no reduce la deuda total”, agregó Torres, quien destacó que esta operación “reduce la necesidad en recurrir al mercado al 2025”.

“El gran tema que surgirá es la tasa de interés que venga después de la entrega de los bonos, la “exit yield”, que servirá como tasa de referencia para el financiamiento privado internacional”, agregó el analistas, quién proyectó que esa tasa se ubicaría dentro de un rango de entre 10 y 12%.

“A futuro, lo que estamos mirando, dado que esta parte (de la deuda) se ha resuelto, es qué acordará el gobierno con el FMI y qué políticas va a implementar”, señaló.

Para Torres, el problema fundamental que enfrenta el país no es la cantidad de deuda, sino que.”la Argentina no tiene acceso a mercados y no tiene acceso a mercado de deuda propia”.

En opinión de Torres, la Argentina tiene que tratar de ir en el camino de “un desarrollo de mercado propio” como hizo Brasil en su momento.

Respecto a esto último, advirtió que “este problema no se puede resolverse con un solo gobierno, demandaría años o incluso una generación”. Sobre la renegociación de la deuda con el FMI, Torres expresó que el organismo multilateral “renegocia pero, a diferencia de sector privado, no hay quitas: el Fondo es prestamista última instancia, presta cuando otros no prestan y por ello pone condiciones”.

“Queda por ver qué está dispuesto a aceptar el Gobierno de la condicionalidad del FMI”, agregó. Sobre el nivel del comportamiento de las reservas, sostuvo que “preocupa las caída de reservas y la dinámica cambiaria; las reservas están bajo presión”.

Por último, mencionó que en “las próximas semanas” Moody’s revisará la calificación argentina actual que es CA- (la ante última de la escala), luego del nuevo escenario donde la operación de deuda argentina permite que la Argentina salga del default técnico en el que incurrió en mayo y prevé una pérdida esperada de 45%, en promedio para inversores.

La vicejefa de Gabinete de Ministros, Cecilia Todesca Bocco, destacó que “por la baja de tasa y el estiramiento de plazos el volumen de la deuda es menor”, y recordó que durante la gestión anterior se endeudó al Estado nacional, en parte a las provincias y a algunas empresas privadas, en dólares y con tasas elevadas, “para poder liberar completamente el mercado de cambios”.

“Hasta que eso no fue más posible, entonces el Gobierno anterior recurrió al Fondo Monetario Internacional y tomó otro préstamo enorme, de casi US$ 45.000 millones; cuando eso terminó la Argentina estaba en un default, no había cómo pagar esa deuda”, explicó Todesca Bocco en declaraciones a radio Nacional.

Señaló por otra parte que dos equipos de trabajo del Ministerio de Economía trabajan en “distinto tipo de ajustes” del proyecto de reforma tributaria, con el objetivo de alentar la producción, el empleo y el ahorro de divisas.

“Es difícil discutir el tema en partes, hay que ver la propuesta general, sobre la que se está trabajando técnicamente y es una herramienta más”, sostuvo.

La funcionaria destacó que el acuerdo con los bonistas implica no sólo una reprogramación, sino una reducción, ya que se establecieron menores pagos.

“El cronograma de pagos que tiene que enfrentar la Nación es mucho más suave, en los primeros años no hay que pagar nada y después, con la economía recuperada, vamos a poder hacer una administración de pasivos, cambiar una deuda por otra, lo que hacen todos los países”, anticipó.

Todesca Bocco precisó que el ahorro será de más de US$ 37.000 millones, con una tasa que bajó en promedio del 7% al 3%, y evaluó que “éste era un paso necesario, no podíamos avanzar sin resolver este tema y esto está resuelto, ahora vienen los otros problemas”.

Adelantó en ese sentido que el FMI “viene siguiendo lo que está pasando en la Argentina y hay un marco bastante favorable, por el diálogo que estableció el Gobierno”.

“Esa segunda deuda no está en ningún lado, los fondos entraron y se fueron, y había que pagarla mayormente en 2022 y 2023; es obvio que no se puede pagar eso en dos años consecutivos, por lo que hay que ver el cronograma”, dijo Todesca.

Agregó que la economía nacional “es productiva, puede crecer y generar los dólares suficientes, pero no todo junto ya, porque se necesita el gasto público para levantar la economía”.

Todesca Bocco atribuyó el ciclo de la deuda al fenómeno de más de tres décadas de la “financiarizacion”, es decir, “la idea de que lo financiero se desconecta de la economía real, donde si se generan buenas expectativas, hablás bien en inglés, te felicitan cuando vas afuera y te aplauden, todo lo demás va a funcionar”.