Estados Unidos elige presidente: Donald Trump o Joe Biden

Los estadounidenses deberán decidir hoy, si quieren otros cuatro años más de Donald Trump en la Casa Blanca y de un gobierno a golpe de mensajes en Twitter o por el contrario prefieren una vuelta a la política tradicional de la mano del demócrata Joe Biden.

Tanto los sondeos como los pronósticos de los expertos coinciden en que las opciones de que Trump sea reelegido son bastante reducidas, pero el magnate también partía en desventaja en 2016 frente a la demócrata Hillary Clinton y al final terminó alzándose con la victoria.

El complicado sistema electoral estadounidense, por el que los ciudadanos no votan directamente a su presidente sino que eligen a los integrantes del Colegio Electoral que a su vez votarán por el inquilino de la Casa Blanca, deja entreabierta la puerta a que el republicano pueda resultar reelegido pese a no obtener la mayoría del voto popular, como ya ocurrió en los pasados comicios.

Las elecciones, como ya viene siendo tradicional, se decidirán en un puñado de estados, los llamados ‘swing states’ o ‘estados bisagra’, ya que no votan siempre por el mismo partido.

En esta ocasión, la llave la tienen media docena de estados –Florida, Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte y Arizona–.

Si Trump quiere tener alguna opción, debería imponerse en varios de ellos, con Florida como el trofeo más preciado, ya que están en juego 29 votos en el Colegio Electoral, y Pensilvania como el estado que, según los expertos, podría inclinar la balanza.

En cuanto a la base electoral de ambos candidatos, está muy marcada. Biden cuenta con un firme apoyo entre mujeres, votantes negros y blancos con estudios universitarios, mientras que el principal respaldo para Trump lo constituyen los hombres blancos y los votantes blancos sin estudios superiores.

No obstante, aunque el presidente domina el apartado del electorado blanco, su ventaja con respecto a los 20 puntos que le sacó a Clinton en 2016 se ha reducido al mínimo. Además, Biden domina con claridad entre el electorado mayor de 65 años, pese a que hace cuatro años más de la mitad de este grupo votó por Trump.

El presidente también parece estar perdiendo tirón entre el electorado de las zonas rurales. Si en 2016 obtuvo una ventaja de 28 puntos sobre su rival demócrata, según sondeos a pie de urna, esta se habría reducido ahora hasta los 15 puntos.

La única noticia positiva para el mandatario es que el candidato demócrata no tiene tanto tirón entre el electorado hispano como Clinton, aunque también en este apartado Biden está por delante. Los votantes hispanos han ido ganando cada vez más peso y para estas elecciones su número por primera vez estará por encima del electorado afroamericano — el 13,5 por ciento y el 12,5 por ciento respectivamente, según Pew Research Center–.