Murió el “rey del juego clandestino” por coronavirus

David Alejandro Perona, conocido como el capitalista de juego clandestino más destacado de Rafaela en los últimos cinco años, falleció en la tarde de este domingo. El Gordo Perona permanecía con un régimen de prisión domiciliaria desde el 7 de agosto pasado debido a su delicado estado de salud —derivado de su obesidad—, y el miércoles 18 último ingresó al Hospital Regional Dr. Jaime Ferré con un cuadro de coronavirus, hasta que finalmente fue internado en la Unidad de Terapia Intensiva y recibió asistencia respiratoria mecánica y un tratamiento con plasma.

El traslado desde su departamento de Santa Fe y avenida Roque Sáenz Peña, en Rafaela, se realizó mediante un operativo conjunto entre ambulancias del Sies 107, bomberos, policía y la GUR, ya que pesaba 270 kilos.

Con el transcurso de las horas fue agravándose su dificultad y finalmente falleció. Estaba imputado como presunto jefe de una asociación ilícita dedicada a juego clandestino y en la causa fueron imputados también más de una docena de personas por distintos delitos y cuatro ex jefes de la Unidad Regional V.

Un capítulo decisivo de la investigación y la causa en contra de Perona fue cuando el fiscal del caso, Martín Castellanos, pudo establecer a quiénes Perona les pagaba para tener protección a sus emprendimientos. La revelación apuntó alto. Por eso, un ex subjefe de policía de la provincial y cuatro ex conductores de la Unidad Regional del departamento Castellanos fueron detenidos bajo sospecha de haber prestado esa tolerancia.

Entre los jerárquicos detenidos figura el comisario general José Jorge Pérez, ex titular de unidad en Rafaela. También lo fue Fabián Forni, quien condujo además la Unidad Regional de Reconquista. Javier Gorosito fue jefe de Orden Público en Rafaela y lideró Seguridad Vial. El único de los detenidos que no está retirado es el también rosarino Flavio Aranda, quien estuvo en la PDI Rafaela y fue jefe de la Agrupación Cuerpos de esa ciudad durante la gestión de Bengochea.

Para los investigadores lo que existió es una dinámica continuada de protección policial para que el grupo de Perona pudiera desplegar sus actividades. Los allanamientos que se realizaron fueron en distintas localidades y a cargo de la Policía Federal Argentina.

Perona estaba involucrado además en una causa por asociación ilícita junto al empresario Leonardo Peiti, cuyas declaraciones ante la Justicia derivaron en el arresto y la destitución del ex fiscal regional de Rosario Patricio Serjal y del ex fiscal de Flagrancia Gustavo Ponce Asahad, quienes según la denuncia del hombre ligado al juego clandestino le exigían el pago de una coima de unos 5 mil dólares mensuales a cambio de protegerlo.

Además, por ser parte del grupo ya recibió condena en juicio abreviado el ex jefe policial Alejandro “Pipi” Torrisi, sentenciado a tres años de prisión condicional por asociación ilícita. Lo habían detenido al salir de un garito de apuestas de Villa Gobernador Gálvez con 80 mil pesos en un sobre.