Así se construyó ‘Assassin’s Creed Valhalla’, nuestra propia saga nórdica

La última entrega de la saga Assassin’s Creed nos transporta al frío norte y a las verdes costas de Inglaterra como un vikingo en busca de su destino

El proceso de creación de un videojuego no empieza y termina con el desarrollo estricto, todo ese código y programación que hace que las cosas funcionen como deben funcionar. Tampoco debemos quedarnos con el diseño y modelado de personajes y texturas, el doblaje o la captura de movimiento. Un videojuego empieza con una idea, la de una o varias personas que tienen algo que contar y, a partir de ahí, se expande y crece como las ramas de un árbol. Resulta interesante, si no fascinante, conocer todo ese proceso y las anécdotas que va dejando en el camino y por eso queremos embarcarnos (nunca mejor dicho) en ese viaje para el que probablemente sea uno de los juegos más esperados de un año tan extraño como ha sido 2020: Assassin’s Creed Valhalla

La idea

Durante el evento de presentación oficial de Assassin’s Creed Valhalla se revelaron muchos datos curiosos que nos permiten asomarnos a ese proceso de creación y desarrollo que dio lugar al juego. Los principales responsables de esta entrega revelaron que la idea original de hacer un Assassin’s Creed en la Era Vikinga era algo que tenían en mente desde hacía tiempo (porque, según sus palabras, “los vikingos son geniales”) y que lanzaron la propuesta muy poco tiempo después de que AC Origins saliera al mercado, comenzando el desarrollo al tiempo que AC Odyssey estaba en producción.

Darby McDevitt y Philippe BergeronNarrative Director y Level Design Producer repectivamente, quisieron destacar que dos de los principales aspectos en los que quisieron centrarse durante la creación del videojuego fueron la narrativa y la naturalidad e inmersión de la trama en el mundo del videojuego. En lo que respecta al primer punto, tuvieron que valorar la construcción de la historia teniendo en cuenta detalles como que Eivor es un invasor en territorio hostil (por lo que no puede ir ayudando a gente random) y en la cantidad de vacíos y detalles que desconocemos de la época, que han debido ser rellenados con fidelidad y respeto. Para la propia construcción narrativa, las antiguas sagas nórdicas han servido como fuente de inspiración y es por ello que el desarrollo de Assassin’s Creed Valhalla presenta “una estructura episódica”. En cuanto al segundo aspecto que hemos destacado, el equipo tenía claro que quería que “el juego se sintiera fresco después de 70 horas”, algo muy difícil de conseguir. Para ello buscaron una mejor integración de las misiones en el mundo y en la propia historia, haciendo que resultase más natural tanto el aceptarlas como el completarlas y evitando esos tediosos checklists que hemos visto en otras entregas.

También destacaron su empeño en ser más selectivos con el contenido que ofrecían, reduciendo así las misiones, coleccionables y elementos equipables pero mejorando a cambio la calidad y la experiencia del jugador con los disponibles.

Assassin's Creed Valhalla
Imagen: Ubisoft

 

En el lugar de los hechos

Con estos conceptos claros llegó el momento del viaje de inspiración, una visita a Noruega e Inglaterra para conocer de primera mano algunos de los lugares más icónicos de estos dos reinos que se pueden explorar en Assassin’s Creed Valhalla y de su atmósfera con el fin de trasladar una experiencia muy cercana a la realidad.

En el norte (Noruega y Dinamarca) no solo reconocieron las formas y texturas del paisaje, sino que se acercaron de una forma única a la cultura vikinga gracias a las comunidades y museos que recrean cómo era la vida en aquella época con una grandísima fidelidad histórica. Se disparó con arco, se empuñaron hachas, se vistió cota de malla, se tocaron instrumentos de la época, se usaron telares y se festejó en el gran salón, con los cuernos en alto, como si el mismísimo Odín estuviera haciéndoles una visita. Por supuesto, también se navegó (con trabajo como remero incluido) en un auténtico drakkar construido como en la época. En Inglaterra redescubrieron la belleza salvaje y el verdor de las islas, así como la esencia mágica y los ecos pasados que lugares como Stonehenge o el muro de Adriano desprenden. Según el equipo, este viaje de inspiración les permitió ofrecer una experiencia mucho más real en el juego al tomar elementos que vieron in situ y, a su vez, alejarse de los clichés y estereotipos que todavía hoy existen sobre los vikingos para aportar una mirada mucho más compleja a los saqueadores del norte.

Assassin's Creed Valhalla Ubisoft
El equipo de Ubisoft durante su viaje de inspiración en Noruega. Imagen: Ubisoft

 

El elemento histórico

Si bien es cierto que Assassin’s Creed no deja de ser una saga de aventuras que juega con ciertos elementos de la ciencia ficción, la cuidada recreación histórica y los cambios de época con cada entrega se han convertido en su seña de identidad y en una de las características más queridas por los fans.

Assassin’s Creed Valhalla no es una excepción y así nos lo aseguró Thierry Noël, historiador que ha formado parte de la unidad de investigación (Research Unit) para este título. Su función era la de “nutrir la creatividad de los desarrolladores” y “dar respuestas” a cualquier duda que pudiera surgir durante el proceso creativo, pero también ha tenido “gran parte de reconstrucción”. La Era Vikinga no es la más documentada  que se diga y muchas de las crónicas y textos asociados a estos años fueron escritos por las víctimas de los saqueos vikingos, por lo que no se pueden considerar muy objetivos… Thierry reconoce que el trabajo histórico de AC Valhalla “ha sido un desafío” debido a la escasa documentación y que han tenido que “recurrir a expertos, historiadores, arqueólogos…”.