Eladia Blázquez | Tango

En esta oportunidad, en nuestro espacio y por primera vez, será el turno de una mujer.

Eladia Blázquez, cantante y compositora de tango, nació en Gerli, Provincia de Buenos Aires, el 24 de febrero de 1931, y es considerada como la poetisa de dicho género, y supo conquistar el cariño de la gente con su arte y su creatividad.

Sus composiciones empezaron a surgir en la década de 1960, un tiempo en el que la música porteña -salvo honrosas excepciones-, no estaba pasando por un buen momento, ante el avance de lo que en la música popular se conocía como “la nueva ola”.

Y en 1970 grabó su primer disco de tango, con temas propios, irrumpiendo de alguna manera en el machismo tanguero imperante.

Escribió además dos libros: “Mi ciudad y mi gente” y “Buenos Aires cotidiana”.

Entre sus temas más conocidos, se destacan “El corazón al sur”, “Sueño de barrilete”, “Contame una historia”, “Mi ciudad y mi gente”, “Honrar la vida”, “Si te viera Garay”, “Viejo Tortoni”, “Con las alas del alma”, “Si Buenos Aires no fuera así”, “Prohibido prohibir”, y “Convencernos”.  Simplemente, al analizar los títulos de sus obras y, más aún sus contenidos, queda clara su pasión por la Ciudad de Buenos Aires y su temática urbana, siendo una de las poetas que más temas compuso para homenajearla.

Algunos la apodaban “la Discépolo con falda”, debido a su gran talento para escribir. Sin embargo, durante su carrera también fue criticada por los puristas tangueros, quienes juzgaban esa comparación como exagerada o excesiva.

Creó un tango canción verdaderamente nuevo, diferente a lo conocido hasta ese momento, aunque sin arriesgar demasiado en moldes vanguardistas.  Poseía una rara habilidad para combinar notas y palabras, y con un lenguaje actualizado, impactó en un público amplio, no necesariamente tanguero.

En ese, su primer disco dedicado al tango, en 1970, se incluye su éxito “Sueño de barrilete” que en realidad había compuesto en 1959, y recién fue dado a conocer en 1968.

Su lugar, como bien lo reflejó en “El corazón al Sur” (compuesto en 1973), siempre fue Avellaneda, ciudad que en 1988 la declaró como su “Hija dilecta”. Claro que también Buenos Aires supo reconocerla, porque en 1992 la proclamó “Ciudadana ilustre”.

Recibió el Premio Konex de Platino en 1995 y en 2005, ambos como mejor autor y compositor de tango de la década en Argentina.

Un párrafo aparte merece el hecho que le puso letra nada más ni nada menos que a “Adiós Nonino”, esa genialidad creativa de Astor Piazzolla, convertida en un símbolo de su obra, interpretada en el mundo entero.

Según historias de la época, dicen que ese texto contó con la aprobación de Astor, a quien Eladia Blázquez lo había consultado antes de escribirlo.

La letra escrita por ella refleja, en cierta manera, la inmensa ternura que Piazzolla debe haber sentido cuando escribió el tema en memoria de su padre.  No obstante, vale preguntarse: ¿porqué es tan poco difundida esa versión y casi no se canta?

Las respuestas –a nuestro criterio- pueden ser dos: por un lado, la música de Adiós Nonino es atrapante, imponente, emocional, universal e internacional y, en esa línea es muy difícil que una letra aparecida mucho tiempo después, logre mantener ese nivel de excelencia.

Y, por otro lado, cuentan algunas fuentes que a Horacio Ferrer, por lo bajo, no le gustaban algunos giros poéticos empleados por Eladia.

Lo cierto es que la osadía de Eladia Blázquez en poner letra a una joya musical majestuosa, casi sagrada, motivó que haya muy pocas versiones de esa pieza cantada, destacándose solamente una de Raúl Lavié, y otra de la propia Eladia.

Escribió alguna vez Eladia Blázquez:

Yo quise ser un barrilete

buscando altura en mi ideal.

Tratando de explicarme que la vida es algo más

que darlo todo por comida.

Y he sido igual que un barrillete

al que un mal viento puso fin.

No sé si me falló la fe, la voluntad,

o acaso fue que me faltó piolín…

Son los versos de “Sueño de Barrilete” que escucharemos por Rubén Juárez, en sus inicios, en una versión de 1969: