Donan los órganos del rapero baleado en la cabeza en Santa Fe

Lautaro Isaac Leandro, de 22 años, fue atacado el domingo y agonizó un día; por el crimen hay un detenido, que fue identificado en rueda de reconocimiento. 


Lato era su nombre artístico. Con el que soñaba triunfar como rapero. Con el que lo identificaban los seguidores del canal de YouTube de F10ritoFamily, su banda. Lautaro Isaac Leandro tenía 22 años y desde que salió de la secundaria trabajaba en el área de Salud de Lomas de Zamora. Allí vivía, en Villa Fiorito, y desde allí viajó el domingo, con su hermano y una pareja amiga, hasta Santa Fe, para buscar una Honda Tornado 250 cuya compra había pactado a través de Facebook. Nomás llegó, lo balearon. Un día sobrevivió, con una bala en la cabeza, que le entró por la nuca y quedó alojada en la región frontal, provocándole daños cerebrales irreversibles. Hasta hoy, que los médicos del hospital Cullen certificaron su muerte.

Murió el joven baleado en la cabeza en barrio Coronel Dorrego

Sus padres decidieron donar los órganos de Lautaro, para ayudar a quienes lo necesiten y para que algo de su vida llena de anhelos y de energía perdure en otros. “Estoy seguro de que si él hubiese podido decidir, lo hubiese hecho de la misma forma, porque siempre fue un chico muy solidario”, dijo el padre de la víctima, que ultimaba detalles para llevar a Villa Fiorito los restos de su hijo.

Mientras, el trágico final de Lato es un hito más en el expediente judicial que instruye el fiscal Estanislao Giavedoni, de la Unidad de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), que investiga el ataque criminal ocurrido el domingo a la tarde, le imputó la coautoría del homicidio a Iván Oscar Carrizo, de 21 años, detenido en las últimas horas en una vivienda de Azcuénaga y Sarmiento, en el barrio Coronel Dorrego, de la capital santafesina, muy cerca de donde la víctima fue a buscar una moto y terminó asesinado.

“Le destrozaron la cabeza”: un joven fue engañado y baleado barrio Coronel Dorrego

La jueza Susana Luna dictó la prisión preventiva de Carrizo, que antes había sido identificado por testigos en una rueda de reconocimiento.

A los padres de Lautaro les dijeron en la fiscalía que este fue el cuarto caso similar ocurrido en Santa Fe, ya que hubo también víctimas de Rosario y de Córdoba.

Según declaró el hermano de Lautaro, fueron hasta una una vivienda situada en Larrea al 1600 para concretar la compra pactada por Internet. El padre de la víctima relató esta mañana desde la fiscalía de Santa Fe que su hijo “hizo una transacción por Facebook de una moto con alguien de acá” y que al llegar al punto de encuentro “prácticamente lo ejecutaron de un tiro en la nuca y cuando cayó al piso le robaron el celular”.

A partir de lo que le contó su otro hijo, que fue testigo del crimen, a Lautaro le dispararon prácticamente después de que bajara del auto para dialogar con los presuntos vendedores de la moto. ”Fueron decididos a matar porque mi hijo salió corriendo por instinto. No es que se resistió, ni que peleó, ni nada, él salió corriendo y lo siguieron y lo ejecutaron. Su hermano me dijo que vio cuando cayó desplomado y como él no conoce la zona empezó a gritar que lo ayudaran”, contó Leandro padre. Un vecino se subió al auto y los guio hasta el hospital Cullen.

Personal de la Agencia de Investigación Criminal de Santa Fe, en la escena del hecho
Personal de la Agencia de Investigación Criminal de Santa Fe, en la escena del hecho

Presentimiento

El padre de la víctima relató: “Mi hijo vio una publicación en Facebook, él quería comprarse una moto, le habían robado una, cobró el seguro, tenía unos pesos más que los había ahorrado y algo que pidió prestado. Aun así, no alcanzaba a llegar al monto, y con estas personas con las que se comunicó pactó que también les iba a dar una PlayStation que él tenía”.

”Con mi señora le decíamos que no se viniera, que era una locura hacer 500 kilómetros para acá, que era peligroso, que teníamos miedo y desconfianza. Pero bueno, él lamentablemente con 22 años tenía sus ímpetus, se proponía las cosas y las quería lograr y desoyó nuestros consejos y se vino igual”, se lamentó.

”Yo le advertí, le digo ‘mirá que te van a robar hijo, no vayas’; lo que menos imaginé es que, aparte de eso, nos íbamos a encontrar con este fatal desenlace”, agregó el padre de Lautaro. Sostuvo que, incluso, se negó a llevarlo él mismo a Santa Fe cuando se lo pidió, ya que “presentía que algo malo podía pasar”.

“Si no me llevan, yo voy a ir en micro, lo que sea, pero yo no me voy a perder esta moto”, le dijo a la familia; el hermano accedió.

El dolor de la familia

“Estoy seguro de que si él hubiese podido decidir, lo hubiese hecho de la misma forma porque siempre fue un chico muy solidario. A pesar de estar pasando por este dolor tan grande, pensamos que quizás con algún órgano de él ayudemos a otra familia a que no pase por la misma situación”, contó emocionado Leonardo Leandro, papá de Lautaro, en una entrevista con El Litoral, y agregó: “Somos una familia muy unida y sabemos cómo era nuestro hijo. Un joven de 22 años con muchos sueños y proyectos”.

“Era un pibe bueno, un chico muy trabajador. Además, tenía un grupo musical, él hacía rap y estaba haciendo los primeros pasos, ya había grabado su primer videoclip. Estaba muy entusiasmado porque tenía muchos seguidores, y me había pedido que esta semana lo llevara a registrar sus temas porque estaba seguro de que la iba a ‘pegar’. Tenía sueños, ilusiones. Lamentablemente, estamos viviendo una pesadilla. A nosotros nos destrozaron la vida”, agregó, arrasado por el llanto.

Florencia, hermana de Lautaro, lo recordó como “una excelente persona, un pibe de trabajo”. Y concluyó: “Nos arrancaron la vida, se llevaron una vida, le dispararon a matar, ellos los querían ejecutar, dispararon al auto donde estaba mi hermano mayor que lo acompañó… y una vez que el cae al piso no quedaron conforme con eso y le robaron, le sacaron el teléfono donde están todas las pruebas del contacto de la persona que supuestamente le iba a vender la moto. La idea de ellos era asesinarlos a todos, el auto de mi hermano quedó con un montón de impactos de bala”.

Fuente: La Nación