Se conmemora el 21º aniversario de los atentados del 11M, un trágico día en el que España vivió uno de los ataques terroristas más devastadores de su historia reciente. En la mañana del 11 de marzo de 2004, una serie de explosiones coordinadas en trenes de cercanías en Madrid dejaron 191 muertos y más de 2.000 heridos, con la sociedad española sumida en el dolor y la conmoción.
A las 7:36 de la mañana, los atentados fueron perpetrados en varias estaciones de tren, como Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, en pleno horario punta, cuando miles de personas se dirigían a sus trabajos y a las escuelas. Las explosiones, que fueron causadas por mochilas con explosivos, fueron atribuidas inicialmente a ETA, la organización separatista vasca, aunque poco después se reveló la implicación de Al Qaeda, lo que trastocó las primeras hipótesis.
El impacto no solo fue humano, sino también político. A tres días de las elecciones generales en España, el atentado generó una intensa controversia en la escena política. El gobierno de José María Aznar, inicialmente vinculó a ETA con el ataque, mientras que la investigación posterior reveló la autoría del grupo terrorista islamista.
El 11M dejó una profunda huella en España, tanto a nivel emocional como en las políticas de seguridad y lucha contra el terrorismo. En los años siguientes, se intensificaron las medidas de prevención, y la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo islámico se reforzó.
Hoy, como cada año, España rinde homenaje a las víctimas de esa jornada trágica, recordando a los 193 muertos y a todos aquellos afectados por el atentado. La memoria del 11M sigue siendo un recordatorio de la resiliencia del pueblo español frente a la barbarie del terrorismo.
