Colón se volvió con las manos vacías de su visita al Alfredo Beranger. En un partido bisagra para seguir prendido en la lucha por el Reducido, el equipo santafesino cayó 2-1 ante Temperley y volvió a dejar una imagen preocupante fuera de casa. La derrota caló hondo, no solo por el resultado, sino por lo que ocurrió después: Andrés Yllana, con semblante serio, brindó una conferencia exprés y lanzó una frase que encendió todas las alarmas.
“No es que nos dormimos, fueron cinco minutos donde dejamos de luchar. Y lo pagamos caro”, admitió el entrenador, aludiendo al tramo del partido en el que Colón perdió el control y cedió el resultado. El equipo había arrancado con actitud, se puso en ventaja y por momentos fue más que su rival, pero los errores puntuales volvieron a condenarlo, como ya ocurrió en otros encuentros del torneo.
La frase más fuerte, sin embargo, llegó sobre el final: “Es una semana para tomar una decisión importante. Nada más que eso”. No aclaró si se refería a cambios tácticos, decisiones internas o incluso a su futuro personal al frente del plantel. Pero el mensaje dejó flotando una sensación clara: se viene un punto de inflexión.
El presente de Colón preocupa. La falta de regularidad se convirtió en una constante, sobre todo fuera del Brigadier López. El equipo muestra momentos de buen juego, pero no logra sostenerlos ni capitalizarlos. Con el campeonato entrando en su etapa decisiva, el margen para corregir se achica y los puntos que se escapan pesan cada vez más.
El foco ahora estará puesto en los próximos entrenamientos y en las decisiones que el cuerpo técnico adopte en la semana. Yllana, que hasta aquí mantuvo el respaldo institucional, parece entrar en un momento de definiciones que podría marcar el rumbo del Sabalero en lo que queda del año.
