Luego de semanas de conflicto, los residentes del Hospital Garrahan decidieron levantar el paro indefinido y reincorporarse a sus tareas a partir de este martes a las 16 horas. La medida permitió comenzar a normalizar la atención en varios servicios afectados por la protesta.
Según informó el Consejo de Administración del hospital pediátrico, se resolvió una mejora en los ingresos de las becas remuneradas que perciben los profesionales en formación, en el marco de un proceso de reestructuración institucional. El nuevo esquema contempla montos que superan el $1.300.000, y en el caso de residentes con mayor antigüedad, puede llegar hasta los $1.500.000. El acuerdo contempla además que el pago esté sujeto al cumplimiento del año formativo, evaluado por rendimiento académico y asistencia.
Sin embargo, desde la Asamblea de Residentes denunciaron que la decisión de levantar la medida se tomó bajo presión, luego de recibir una comunicación oficial que advertía sobre la posible aplicación de sanciones si continuaban con las medidas de fuerza. Ante esto, también resolvieron suspender su participación en la marcha prevista para este jueves.
«Nos vimos obligados a cesar el paro y reincorporarnos», señalaron en un comunicado. Aclararon que la reincorporación no implica renunciar a la legitimidad de su reclamo y que el recibo de sueldo sigue sin reflejar el aumento anunciado, por lo que insisten en la necesidad de un salario justo y exigen que se mantenga una mesa de diálogo permanente.
Desde la dirección del Garrahan, por su parte, remarcaron que no se contempló reemplazar a los residentes, aunque sí se evaluó temporalmente la incorporación de suplentes para garantizar la atención, medida que quedó descartada tras la normalización del servicio.
El hospital advirtió además que quienes insistan con medidas de fuerza lo harían por “motivos políticos” o por “intereses ajenos a los de la institución”, e insistió en que se busca preservar el “compromiso con la formación y la calidad sanitaria”, en un hospital considerado referente nacional y regional en medicina pediátrica.
Pese a la reanudación de tareas, el conflicto no parece completamente cerrado y los residentes anticiparon que seguirán luchando por condiciones de trabajo dignas, que garanticen la continuidad de una residencia médica de calidad.
