El mausoleo del cementerio donde descansan los restos del Potro Rodrigo

Recuerdos de sus fans y pocas visitas

En el Cementerio Las Praderas de la ciudad bonaerense de 9 de Abril, se encuentra el cuerpo del ídolo, cuya tumba se mostró por primera vez, en un informe del periodista Fernando Ressia.

El éxito de El Potro, lo mejor del amor, la biopic dedicada a Rodrigo Bueno, hizo que el cordobés vuelva a estar en boca de todos en los medios. Sus familiares volvieron a recordar al ídolo en los medios y una de ellas fue Patricia Pacheco, exmujer del cantante y madre de Ramiro, su único hijo. En Intrusos ella contó que ambos nunca habían ido a la tumba por una “cuestión sentimental” y no querer enfrentarse a ese momento de ir a su tumba, lugar del que hasta hace poco no se conocían imágenes.

A través de su canal de YouTube de viajes, el periodista Fernando Ressia mostró por primera vez el modesto mausoleo en el que yacen los restos de Rodrigo, ubicado en el Cementerio Las Praderas, en la ciudad bonaerense de 9 de Abril, partido de Esteban Echeverría. En una construcción cerrada de grandes ventanales de vidrio, aparece la bóveda, rodeada de carteles que pegaron los fanáticos con mensajes, posters, recortes de diarios, osos de peluche, rosarios, camisetas de fútbol y todo tipo de recuerdos.

“Rodrigo se mató en la madrugada del sábado 24 de junio de 2000 en la Autopista que conecta Buenos Aires-La Plata y el juez no dejó que se lo lleven a Córdoba. Entonces lo enterraron en este cementerio. La mamá lo quiere cremar para llevárselo a la provincia de donde este oriundo, pero el hijo no está convencido. Primero se tuvo que esperar que sea mayor de edad y segundo, todavía no sabe qué quiere hacer”, contó en su informe el periodista, uno de los recientemente despedidos de la agencia de noticias Télam.

También el youtuber contó que la lejanía del cementerio hace que la tumba sea poco visitada: “Es complicado que los fans acá puedan acceder a verlo. Me comentaron que vienen muy poco, que en la semana no viene nadie y los sábados, que es cuando abren la bóveda, hay veces en las que no viene nadie… o dos o tres personas”, detalló.