El Gobierno garantiza una recomposición salarial para desactivar el paro de la CGT

Ofreció una suba adicional para los gremios que cerraron paritarias en 15% que se ajustaría a la inflación; la central define hoy si activa una huelga junto con Moyano y las dos CTA.

Urgido por desactivar lo que sería el tercer paro general de la CGT contra la gestión de Mauricio Macri , el Gobierno les ofrecerá hoy a los gremios una recomposición salarial tras los coletazos económicos que alteraron la meta inflacionaria del 15%.

La propuesta oficial consistiría en otorgar una suba adicional a fin de año para aquellos sindicatos que hayan pactado paritarias en el 15%. No se precisó el porcentaje del eventual aumento, pero los funcionarios saben que la CGT desistiría de la huelga solo si se universalizara la cláusula gatillo, lo que garantizaría una recomposición salarial atada a la inflación.

Los cálculos privados indican que la inflación de 2018 será superior a la del año pasado , cuando cerró en 24,8%. Hay estudios que pronostican que estaría entre el 26 y el 27%.

El vicejefe de Gabinete Mario Quintana estará hoy a cargo de la negociación cara a cara con la cúpula de la CGT, ante la ausencia del ministro de Trabajo, Jorge Triaca , que expuso ayer en Suiza en la Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo. El encuentro será a las 11 en la Casa Rosada, porque a las 14 la central obrera convocó a su consejo directivo con la intención de activar una protesta, que ahora está en duda. El debate sindical ya no giraba anoche sobre si la huelga sería la semana próxima o a fin de mes: discutían si aceptarían o no la propuesta urgente de la Casa Rosada.

Además del Gobierno y los gremios, hay un tercer protagonista: las cámaras empresarias que suscribieron el alza del 15%. Triaca se reunió con empresarios en su paso por Ginebra y les anticipó los alcances de la propuesta. En su intercambio con Buenos Aires, el ministro dio por hecho que los empresarios avalarán la medida porque en definitiva es adelantar la cláusula de revisión pactada en las paritarias.

Una pista de que no habrá objeción empresarial la dio el lunes pasado Jorge Di Fiori, presidente de la Cámara Argentina de Comercio, al reconocer en Ámbito Financiero que “el acuerdo por el 15% con [Armando] Cavalieri quedó en la historia”. Cavalieri es el jefe del gremio mercantil y uno de los dirigentes más cercanos al macrismo. Votará hoy por cancelar el paro.

Las conversaciones con empresarios y sindicalistas para revisar las paritarias habían comenzado en plena turbulencia económica, cuando el dólar trepó a $25 en apenas unos días y el Gobierno no logró frenar el traslado a precios en las góndolas del supermercado.

La negociación de hoy entre el Gobierno y la CGT fue confirmada por fuentes sindicales de los diferentes bastiones que conviven en la central.

Juan Carlos Schmid , uno de los integrantes del triunvirato de mando, confirmó la pulseada. “Hablé con Triaca antes de que se vaya a Ginebra y le sugerí que él y Dujovne revaliden públicamente las cláusulas de revisión de las paritarias para compensar la caída salarial. Le dije que lo anuncien en conferencia, que sería un gesto de confianza. Pero no lo hicieron”, dijo el portuario.

El Gobierno agilizó su maquinaria para neutralizar el paro de la CGT cuando percibió que los sindicalistas aliados esbozaron una actitud más combativa. En paralelo a las gestiones de Quintana en Buenos Aires y las charlas de Triaca en Ginebra, hubo también contactos estratégicos con los sindicatos del transporte. Sobre todo, con el colectivero Roberto Fernández y el ferroviario Omar Maturano. La intención del Gobierno es aislar a Hugo Moyano y a las dos CTA, que mantienen en pie su protesta de la semana próxima.

No será la primera vez que Macri recurra de manera urgente a una solución para frenar una protesta sindical. El 12 de octubre de 2016 anunció un paquete de beneficios salariales e impositivos y logró neutralizar lo que se presumía que sería la primera huelga contra su gestión. El auxilio consistió por entonces en otorgar $1000 adicionales a los beneficiarios de las asignaciones por hijo y las jubilaciones mínimas, y la eximición del impuesto a las ganancias del medio aguinaldo. Aquella vez, Quintana y Triaca pactaron el trato con la CGT en el sindicato de la Sanidad, el gremio de Héctor Daer, otro de los líderes de la central.

El acuerdo pasajero de 2016, sin embargo, no aquietó los ánimos. El 6 de abril de 2017, finalmente, se concretó el primer paro contra la gestión. Los ejes del reclamo fueron el rechazo a la política económica y el incumplimiento del pacto antidespidos acordado con empresarios e impulsado por la Casa Rosada. Ambas reivindicaciones vuelven a estar hoy en el debate, aunque con salvedades: la escalada del dólar provocó una devaluación del peso, la inflación se disparó cuando el Gobierno aparentaba tener cierto control de los precios y hay un pacto en curso con el FMI. Hay otra gran diferencia: en 2017 no se había profundizado el enfrentamiento con Hugo Moyano.