Juan Guaidó redobla su presión al chavismo con otra marcha y una amnistía para militares

Guaidó

El soldado de guardia pone cara de poker. Después, con desprecio, termina rompiendo los volantes de la Asamblea Nacional (Parlamento) donde la oposición les propone una amnistía general y los convoca a respaldar al gobierno de transición.

La escena, bajo la atenta mirada de los oficiales superiores, se vivió este domingo en el cuartel de la Guardia de Honor presidencial, pero se repitió en todos las grandes guarniciones del país. Con esta acción, sumada a la nueva marcha nacional prevista para esta semana, el autoproclamado “presidente interino”, Juan Guaidó, elevó la presión contra Nicolás Maduro para que acuerde una retirada negociada.

Organizados en grupos de activistas, los seguidores de Guaidó se pegaron a las enrejadas puertas de los cuarteles para pedir a los militares que dejen de apoyar a Maduro, sabiendo que es el único sostén que el tiene en este momento. “Oye, tienes que apoyar al pueblo, ustedes pasan lo mismo que nosotros. ¿No te importa este país?”, les preguntaba desde la vereda una mujer de ojos café y piel oscura. “Somos hermanos, tú sabes lo que pasamos”, trataba de convencerlos otra a su lado, en una escena ante el cronista de Clarín.

Ninguna puerta se abrió. Los guardias desviaban la mirada, buscando esquivar el contacto. En algunos lugares rompían los volantes y los arrojaban abajo de la puerta; en otros, los quemaban para demostrar su lealtad al régimen. La oposición daba por descontado que esto iba a suceder, especialmente por la presión que están viviendo los soldados desde la cúpula castrense.

De todas maneras, y aunque no lo expresan abiertamente, se sabe que hay un fuerte malestar interno en las distintas fuerzas. De acuerdo a los datos que manejan organismos de derechos humanos, a fines de 2018 había 163 militares presos. De ellos, 116 fueron encarcelados este año.

“Sabemos que reciben órdenes pero esperamos por ti. Tienes un compromiso con la Constitución”, les dijo Guaidó, tratando de plegarlos a la rebelión. El dirigente apunta a los cuadros medios y bajos de las fuerzas de seguridad, a quienes les cae muy mal la represión que ejecutan las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), “los nuevos verdugos” del régimen, como se los conoce aquí.

Son escuadrones muy preparados que pertenecen a la Policía Nacional Bolivariana, y que poco a poco fueron desplazando a los Servicios de Inteligencia (SEBIN). Se dedican a realizar operaciones selectivas, detenciones arbitrarias y torturas. Fueron ellos, en gran parte, los autores de los 29 asesinatos de manifestantes entre lunes y viernes pasado.

Estas muertes fueron un golpe muy fuerte para la población, que mira indignada lo que sucede. También hubo poco más de 100 detenciones. Por eso este domingo Guaidó se encargo de aclarar que “la amnistía es para generar gobernabilidad y avanzar”, pero que no servirá para cubrir los crímenes de las FAES, que están “asesinando jóvenes”.

En el acto de este domingo, asumiendo su “presidencia interina”, el jefe del Parlamento se dirigió a los militares con tono de mando. “Hoy te doy una orden: no dispares al pueblo de Venezuela, a los que de manera clara, constitucional, han salido a defender a tu familia, a tu pueblo, a tu trabajo, a tu sustento. Hoy, soldado de Venezuela, te doy una orden: no reprimas manifestaciones pacíficas”, dijo.

Así se anticipó a lo que puede suceder en la marcha convocada para esta semana, en un día que se anunciará en las próximas horas. La oposición espera otra convocatoria masiva, como ocurrió el miércoles pasado, para demostrar la contundencia del reclamo contra Maduro. Pero a la vez teme acciones violentas de los grupos de choque del chavismo.

Estados Unidos también sospecha que algún sector fanático del chavismo pueda caer en la tentación de accionar contra Guaidó. Este domingo, el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, John Bolton, advirtió que “cualquier acto de violencia e intimidación contra el personal diplomático estadounidense, el líder democrático de Venezuela, Juan Guaidó, o la Asamblea Nacional, representaría un grave asalto a la legalidad y estará seguido de una respuesta significativa”.

Guaidó se muestra confiado. Se mueve poco, sin aviso y muy protegido. Nadie sabe dónde duerme. Todas son medidas de seguridad ante la posibilidad de que lo intenten detener. Este domingo, durante la misa en la iglesia San José en Chacao, se vio la popularidad que adquirió en este mes y medio. Como comprobó este enviado de Clarín, la gente se desesperaba para saludarlo y felicitarlo. Inclusive los que tomaban la hostia, una vez recibido el sacramento, se daban vuelta y le hacían gestos de apoyo.

A medida que Guaidó se populariza y la oposición se fortalece, crece la tensión en el régimen. Su gran temor es que se multipliquen los actos de rebelión, como el ocurrido con el agregado militar a la embajada de Venezuela en Washington, coronel José Luis Silva, quien abandonó su cargo y anunció en un video su respaldo a Guaidó. Todo apunta a que la próxima manifestación será tan masiva como la anterior. De hecho, en los últimos días hubo protestas en barrios que hasta hace poco eran dominio absoluto del chavismo.