Por problemas edilicios y por prevención, extrajeron el ombú histórico de la escuela Palermo

Después de casi un siglo firme al lado de la escuela Nº 548 “General José de San Martin”, el tradicional árbol de especie Ombú se quitará del establecimiento ubicado en barrio Palermo.

Este árbol centenario, por sus grandes dimensiones provocó daños y accidentes dentro del local escolar. Si bien se analizaron todas las posibles soluciones, desde la escuela y por recomendaciones de organismos públicos, decidieron que se quite del lugar.

Con el árbol se van miles de recuerdos y anécdotas de todas las personas que crecieron en ese lugar, muchas aventuras se vivieron en ese patio y muchos niños jugaron a la sombra de ese Ombú.

“Es doloroso para todos porque es un árbol que esta hace muchísimos años, pero lamentablemente lo tuvimos que hacer porque corría riesgo la vida de los chicos y la infraestructura de la escuela que hay que preservar. No fue un capricho sino que fue orden del Ministerio de Educación y Medio Ambiente que mandó la nota”, explicó la directora María Elena Galarza.

Desde hace unos años, las raíces del árbol comenzaron a provocar deformaciones en el suelo y eso generó daños en las instalaciones de la escuela. Además, los niños y los docentes se vieron perjudicados por este problema.

En el 2016 los directivos y cooperadores realizaron una consulta a la agencia INTA sobre el Ombú, en ese entonces, debían encontrarle una solución al tema de las raíces para poder realizar la obra de reconstrucción de los pisos del patio y de la galería de la escuela.

En ese momento, el espacio físico ya tenía un estado muy deteriorado y las raíces de gran tamaño habían levantado varios montículos de cemento. Después de evaluar posibles soluciones, desde la escuela creyeron que lo más viable era construir un muro de contención para frenar el avance de las raíces y así poder conservar el ombú. En el año 2017 se ejecutó la obra que tuvo un costo muy elevado de dinero, se realizó el muro y, en el 2018, se comenzaron con los arreglos de los pisos del patio y la galería para que esos espacios sean habitables y no perjudiquen a la comunidad educativa.

Sin embargo, el árbol no se dio por vencido, sus raíces siguieron creciendo y las obras no tuvieron los resultados esperados. Desde la escuela tomaron todas las medidas necesarias para preservar el Ombú, pero, la única solución era quitarlo de allí.

“Una vez finalizadas las obras, aproximadamente seis meses después, se empieza a observar que había un levantamiento de losas de los pisos y ahí vemos que el árbol con las raíces perforaron el muro y habían salido por arriba. La arquitecta de la Regional IX vino a la escuela, nos reunimos y ahí es cuando planteamos la solución y se decidió quitar el árbol. Consultamos a INTA y nos explicaron que se tenía que hacer de acuerdo a las leyes ambientales. Por eso, el Ministerio de Medio Ambiente pidió fotos, información, antecedentes y los peligros del árbol y decidió que había que sacarlo, entonces, nos mandaron la autorización con la fundamentación, citaron la Ley 9004 que dice que si causan daños materiales o peligro para la población escolar hay que quitarlos”, detalló Roberto Yud, secretario de la institución.

Para llevar a cabo la quita, con gran pesar, la escuela se comunicó con el municipio local para solicitar la colaboración de sacar el enorme árbol, decisión que estuvo avalada por la Regional de Educación, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Medio Ambiente de la provincia.

Este lunes, el personal del municipio comenzó con los trabajos y ya cortó una parte del árbol centenario que acompaña a la escuela desde hace 89 años, es decir, desde siempre.

Para contribuir con las leyes que exigen desde medio ambiente, cuando se saca un árbol, se debe plantar otro, así que la escuela está en el proceso de elección de la especie y decidieron plantar tres árboles como una forma de mayor forestación para cubrir el vacío que deja el Ombú. Sin dudas, en ese vacío se crearán nuevas historias y aventuras.