“Línea 137” el documental que muestra cómo es la atención a víctimas de violencia de género

“Contar lo que significa la violencia machista, sin mostrar el morbo que eso implica” comienza diciendo Marta Dillon, en diálogo con Ámbito, cuando se refiere al propósito que la llevó a realizar su documental “Línea 137”.

Este jueves desde las 20 y el próximo sábado a la misma hora, tanto en la plataforma como en el canal de cable Cine.Ar, podrá verse a modo de estreno la película que busca concientizar sobre la violencia de género desde una perspectiva diferente a la habitual. Lo novedoso del documental es el punto de vista de la narración de los casos de violencia de género; la guionista Dillon junto con la directora Lucía Vasallo han decidido resguardar la imagen de las víctimas y encarar el proyecto a partir del relato de quienes las ayudan recibiendo sus pedidos de auxilio.

El hallazgo del cuerpo de Camila Aldana Tarocco se produjo en un descampado situado a unas 20 cuadras de su casa y a dos de la del principal acusado, su ex pareja Ariel Alberto González.

“Con la propuesta buscamos que las víctimas no sean vistas como tales sino como ´actoras´de esta lucha, personas activas que cambian de posición y que pueden denunciar judicialmente. Y lo contamos con el compromiso ineludible de no mostrar nunca sus rostros y de no estigmatizarlas”, apunta Dillon.

El documental hace foco en la labor cotidiana de los trabajadores estatales que atienden las llamadas de las mujeres y que forman parte del programa “Las Víctimas contra Las Violencias”, único servicio social que desde 2006 interviene directamente en conflictos y denuncias de violencia de género, sexuales y familiares.

El programa funciona mediante la línea 137, que está disponible las 24 horas para atender de manera gratuita los llamados de víctimas de violencia familiar o de personas que tengan conocimiento de una situación de violencia que se encuentren en CABA, Chaco (Resistencia), y Misiones (Posadas, Garupá, El Dorado y Oberá). Psicólogos o trabajadores sociales brindan orientación y contención y cuando se trata de una situación de emergencia la “Brigada móvil de atención a víctimas de violencia familiar” se desplaza al lugar dónde está la víctima.

Para mostrar la tarea de los operadores de la Línea 137, el rodaje se llevó a cabo siguiendo el accionar de asistentes sociales y psicólogos registrando su trabajo diario. El equipo de producción realizó un seguimiento en tiempo real de lo que sucedía en las guardias de comisarías y en el call center del programa en la Ciudad de Buenos Aires y en Resistencia, Chaco. Las jornadas de rodaje comenzaban al mismo tiempo que empezaban a trabajar los operadores y respetando la cronología: la llamada de la víctima, las preguntas del asistente, la intervención y el seguimiento posterior si era necesario acompañar a la víctima a hacer la denuncia. Finalmente se seleccionaron los casos que aparecerían en el documental.

“Detrás de la línea 137 no hay heroínas ni héroes hay trabajadoras y trabajadores con un gran compromiso humano, en condiciones laborales difíciles, en un trabajo precarizado”, señala la guionista.

La película surge a partir de una idea de Dillon, que desarrolla una investigación y luego un guión en colaboración con Lucía Vasallo. “Después de haber participado de ese grito inicial que fue Ni Una Menos en 2015, entendí que se trataba de un buen momento para seguir haciendo visible esta problemática”.

Vasallo, la directora, del documental, había producido “La cárcel del fin del mundo”, por lo tanto ya estaba involucrada con el funcionamiento de las instituciones estatales. Marta Dillon, periodista y activista feminista, le propuso seguir con la investigación que ella había comenzado en 2015 sobre la Línea 137 y le presentó a Eva Giberti, creadora del programa Las Víctimas contra Las Violencias, para que colabore con el documental.

La producción del filme es de Pensilvania Films, con cámara y fotografía a cargo de Fernando Marticorena y música original de Juana Molina.

Las creadoras explican que el objetivo del documental es exponer una herramienta de lucha contra la violencia machista y patriarcal y dar cuenta del funcionamiento de los recursos disponibles de asistencia social para las víctimas de violencia de género.

La escritora Dillon plantea que a pesar del gran esfuerzo que realizan los trabajadores de la línea, es necesario que se implementen más recursos para contener a las mujeres cuando deciden denunciar a sus agresores. “Si bien el trabajo de la línea es muy valioso, expone lo que falta, abordajes que comprometan a todo el Estado y a toda la sociedad para terminar con la violencia machista. Las víctimas no pueden salir de los círculos de violencia totalmente solas, luego del llamado al 137 no se puede sostener esa decisión si no hay redes de contención, si no hay acceso a la vivienda y a un trabajo no precarizado. No alcanza solo con una intervención, sino que se necesitan recursos y estrategias que sostengan esas decisiones”.

Consultada acerca del momento particular del estreno, la guionista explica que “resulta oportuno, puesto que el contexto actual de encierro doméstico genera condiciones para la violencia” y que a pesar de que funcionan pocos servicios y la justicia no trabaja a pleno, es posible salir del círculo de violencia, encontrar ayuda y movilizar recursos. “Que el esfuerzo por bajar la curva de contagios por el coronavirus no provoque un aumento en el padecimiento de muchas mujeres que tienen a su agresor en la casa”, concluye.

El documental estará disponible el jueves y sábado próximo a las 20 en Cine.Ar TV. También se exhibirá on-line de manera gratuita desde este viernes y hasta el 24 de abril en la plataforma Cine. Ar Play, y desde el jueves 30 de abril quedará en la plataforma en alquiler pagando el precio de una entrada de Espacios Incaa (30 pesos).