Cadena perpetua al hijo de una exjueza por el femicidio de su novia

El hijo de una exjueza de Entre Ríos fue condenado a la pena de prisión perpetua, luego de haber sido encontrado culpable por un jurado popular de haber asesinado a su novia, Julieta Riera, a quien arrojó de un balcón del octavo piso de un edificio del centro de Paraná el 30 de abril del año pasado.

Se trata de Julián Christe, hijo de la ex jueza en lo Civil y Comercial de Paraná, Ana María Stagnaro, quien fue considerado culpable del delito de “homicidio triplemente agravado por el vínculo, alevosía y por haber sido cometido mediando violencia de género”.

Tras conocerse el veredicto condenatorio de los 12 jurados, el juez técnico Elvio Grazón lo condenó a prisión perpetua, una pena que deberá cumplir en la Unidad Penal 1 de la capital entrerriana.

Horas antes de conocer su veredicto condenatorio, el acusado, quien había llegado al debate con un arresto domiciliario que cumplía en la casa de su madre, formuló sus últimas palabras en las que aseguró ser inocente y que “nunca” hubiera lastimado a su novia.

“Soy inocente, a Juli la amaba con el alma, y tengo la conciencia tranquila de que nunca le habría hecho daño”, dijo Christe (31) durante la audiencia que se desarrolló en el salón de actos del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (Stjer), en la ciudad de Paraná, y que contó con la presencia de la madre y los hermanos de la víctima.

Tras las últimas palabras del acusado, el jurado popular pasó a deliberar, mientras decenas de personas, entre ellos otros familiares y amigos de Riera, se concentraron fuera de la sala de audiencias a la espera del veredicto.

Previamente, el fiscal Ignacio Aramberry consideró en su alegato de clausura que Christe “es un violento de manual”, y que esa violencia “afectó directamente a Julieta, que iba en aumento progresivamente hasta que un día terminó matándola”.

Christe “le sacó su individualidad, la manipuló y le generó depresión, aislamiento y pérdida de individualidad; la aisló del mundo, hasta que la privó de la vida”, apuntó el fiscal y precisó que tras “matarla se fugó y recurrió a la madre, que le solucionaba los problemas, y quiso contactar a un abogado antes que a emergencias”.

En tanto, Ladislao Uzin Olleros, uno de sus abogados defensores, aseguró que “personas pusilánimes, canallas y cobardes, en redes sociales, la prensa sensacionalista y con escraches, instalaron la figura del macho violento y femicida” y calificó de “mamarrachesca y deficiente la investigación del Estado”.

El femicidio de Riera (24) ocurrió el 30 de abril de 2020, cuando la joven cayó del balcón del departamento 5 del octavo piso del edificio de la calle San Martín 918, entre las 2.20 y 2.50.

La joven, que estudiaba para terminar el secundario y tenía un hijo menor de edad, presentaba más de 31 lesiones, hematomas, hemorragias y excoriaciones en el rostro, cuello, brazos y piernas, según determinaron los médicos forenses, lesiones que, “principalmente en la zona del cuello, fueron anteriores a la caída”.

La pareja convivía desde hacía un año y medio y “más de 10 personas” entre familiares y amigos de la chica “sabían que la relación estaba caracterizada por la violencia de género”, dijo el fiscal